Cospedal dice que el apoyo al Gobierno es "infinitamente mayor" que el de las movilizaciones

  • El Gobierno, dispuesto a hablar de todo el contenido de la reforma con propuestas concretas

La secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha asegurado este lunes que las manifestaciones que tuvieron lugar en diferentes ciudads españolas ayer contra la reforma laboral no representan "ni muchísimo menos" la respuesta "mayoritaria" de la población española ante el texto aprobado por el Consejo de Ministros. "La respuesta social de los españoles hacia un partido que acaba de ganar las elecciones ha sido infinitamente mayor que lo que pudimos ver ayer en las calles de España. La respuesta que vimos ayer no era una respuesta mayoritaria ni muchísimo menos de la población española", ha señalado en declaraciones a diversos medios de comunicación, recogidas por Europa Press.

No obstante, Cospedal ha manifestado que el Gobierno "tomará nota de todo" y que entiende que ante este tipo de medidas siempre hay quien piensa "que se ha quedado corta" y quienes sostienen que "ha ido más allá de dónde debía", si bien ha defendido que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, está actuando con responsabilidad. "Todo el mundo tiene derecho a salir a la calle, pero el Gobierno tiene que hacer lo que tiene que hacer", ha señalado en declaraciones a TVE.

De esta forma, ha criticado que los agentes sociales llevan años negociando sin llegar a ningún acuerdo y que por ello era una obligación del PP llevar a cabo esta reforma para "actuar con responsabilidad, aunque a veces no sea lo más popular". "El Gobierno ha tratado de hacer el trabajo que lleva muchos años pendiente", ha apuntado.

MANTENER EL NUCLEO CENTRAL DEL A REFORMA

Preguntada sobre si el Gobierno tiene intención de modificar el texto de la reforma, tal y como han pedido los sindicatos, Cospedal ha explicado que es tarea de la ministra del Trabajo, Fátima Báñez, y del Ejecutivo dialogar con los sindicatos y con el resto de fuerzas políticas en el Congreso de los Diputados, pero ha reconocido que el Gobierno quiere mantener "inalterado" el núcleo central de la reforma que a su juicio son "los incentivos a la contratación".

"Depende de lo que decida el Gobierno y de las conversaciones de la ministra, pero creo que el núcleo central de la reforma el Gobierno quiere mantenerlo inalterado porque es fundamental para ayudar a más de cinco millones de personas que en nuestro país no pueden trabajar", ha apuntado. Asimismo, ha negado que exista una campaña por parte del PP contra los sindicatos y ha acusado al PSOE de estar difundiendo esa teoría. "No es más que una pose. No hay nada más falso. Lo que sí es verdad es que hasta ahora lo que no se ha defendido son los derechos de los parados. Hay que parar este desastre y lo que se ha hecho hasta ahora no ha dado resultado", ha criticado.

BAÑEZ DISPUESTA A HABLAR DE TODO PERO CON PROPUESTAS CONCRETAS

La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, se ha mostrado dispuesta a hablar con los agentes sociales y los grupos parlamentarios de todas las materias que forman parte de la reforma laboral "sin exclusiones", pero les he pedido a todos ellos que hagan "propuestas concretas", porque hasta ahora no las ha habido.

Tras reunirse en la sede del Ministerio con la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (Cepes), Báñez ha dicho que el texto de la reforma puede discutirse "parte por parte" y ha señalado que, aunque ya está habiendo contactos técnicos con los sindicatos, todavía no han puesto ideas concretas sobre la mesa. La ministra de Empleo ha respondido así al ser preguntada por el margen de maniobra que dará el Gobierno a la modificación de la reforma tras las manifestaciones sindicales que se celebraron ayer en las principales ciudades españolas.

De ellas, Báñez ha dicho que lo que más le ha sorprendido es que entre los asistentes se encontraban miembros del partido socialista que formaron parte del Ejecutivo anterior, al que ha responsabilizado de que España tenga ahora 5,3 millones de parados y una tasa de desempleo juvenil que roza el 50%.