Comienza el juicio por las tarjetas opacas de Caja Madrid

  • Los expresidentes Miguel Blesa y Rodrigo Rato, junto con otros 63 directivos, se sientan en el banquillo de la Audiencia
  • Se les acusa de administración desleal y apropiación indebida por haber gastado sin control unos 12 millones de euros.

Comienza uno de los macro juicios de este otoño, el de las tarjetas black de Caja Madrid. Desde hoy, los expresidentes Miguel Blesa y Rodrigo Rato, junto con otros 63 directivos, se sentarán en el banquillo de la sala de la Audiencia en San Fernando de Henares. Se les acusa de administración desleal y apropiación indebida por haber gastado sin control unos 12 millones de euros.

El juicio sienta en el banquillo de los acusados a 65 exconsejeros y directivos de Caja Madrid y Bankia, entre ellos sus respectivos presidentes, Miguel Blesa y Rodrigo Rato, para quienes la Fiscalía Anticorrupción pide penas de entre uno y seis años de cárcel por delitos de apropiación indebida.

GRITOS E INSULTOS

Tanto Blesa como Rato han sido recibidos con gritos e insultos por parte de una decena de preferentistas a su llegada a la sede de la Audiencia Nacional. Los primeros en llegar a la sede del tribunal en San Fernando de Henares han sido el que fuera secretario general de UGT Madrid y consejero de la entidad nacionalizada, José Ricardo Martínez, y uno de los altos cargos de la caja y “mano derecha” de su expresidente Miguel Blesa, Matías Amat, que han entrado al recinto pasadas las 8.35 de la mañana de este lunes.

Sin embargo ha sido la llegada de Blesa --pasadas las nueve de la mañana-- la que ha suscitado mayor expectación. Una decena de manifestantes preferentistas ha intentado increpar al exalto cargo, que ha llegado acompañado de su abogado, si bien los agentes de la Policía Nacional lo han impedido. La entrada de Rato ha pasado más desapercibida puesto que ha accedido al edificio al mismo tiempo que otros acusados.

Tras él ha llegado el que fuera consejero de la entidad y presidente de la CEIM, Arturo Fernández, también abucheado por los preferentistas, que han proferido frases como 'qué jeta qué jeta los de las tarjetas' o 'qué desgraciados los que roban el dinero a los jubilados'.

Se trata de una de las citas judiciales más mediáticas -hay más 65 medios acreditados- que llega tras más de dos años de investigación que llevaron al juez instructor del caso, el magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, a concluir la existencia de indicios de que los altos cargos -entre ellos representantes políticos y sindicales- de las entidades se gastaron 15,5 millones de euros entre 1999 y 2012 en gastos personales.

DEFENSA DE LOS ACUSADOS

Los acusados por el uso de tarjetas opacas al fisco de Caja Madrid han defendido en el juicio que Bankia, su matriz el Banco Financiero y de Ahorros (BFA) y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) no tienen legitimidad para ejercer la acusación en el juicio que comienza hoy contra 65 altos cargos y consejeros de la entidad.

Durante la exposición ante el tribunal presidido por Angela Murillo de las cuestiones previas, la defensa de la primera veintena de acusados se ha adherido a la expuesta por el letrado del consejero y exsecretario de Estado de Hacienda, Estanislao Rodríguez Ponga, que ha recordado que la caja madrileña tenía personalidad jurídica independiente a la de Bankia, que fusionó para su creación también a otras cajas.

En cuanto al FROB, el abogado ha asegurado que el presunto perjuicio provocado en sus arcas se circunscribe al rescate, ejercido ya en Bankia, lo que vacía de sentido su presencia en la vista como afectado particular. Este punto y la reclamación de nulidad de las pruebas solicitadas por los expresidentes de la entidad Miguel Blesa y Rodrigo Rato han centrado las reclamaciones de los acusados en la primera jornada del juicio.

DOCE MILLONES DE EUROS

No obstante, solo se juzgará la etapa posterior a 2003 -durante la cual los procesados gastaron 12 millones de euros con las tarjetas- debido a que el resto de la responsabilidad por los gastos ha prescrito y no puede ser juzgada.

El juez instructor concluyó que las tarjetas fueron emitidas "sin respaldo contractual alguno", que su uso "no tenía como finalidad gastos de representación" y que, consecuentemente, el dinero debía considerarse como una retribución "irregular".

El juicio, que se celebra en la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando (Madrid), arranca con cuestiones previas que continuarán el 27 de septiembre. Según el calendario establecido, la Sala de lo Penal tiene previsto comenzar los interrogatorios el 30 de septiembre y finalizarán el día 7 de ese mes y tras el turno de testigos y expertos periciales, el juicio quedará listo para sentencia el 23 de diciembre.

Bankia-BFA, el Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB) y Tenedora de Acciones SAU (BFA) ejercen la acusación particular mientras que la Confederación Intersindical de Crédito (CIC) - en sustitución de UPyD-- y la Confederación General de Trabajo, la acusación popular.

Frente a la tesis adoptada por el fiscal Alejandro Luzón, la defensa de los propios acusados argumentó ante el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 4 que el uso de estas tarjetas era una práctica plenamente aceptada y heredada del expresidente de Caja Madrid Jaime Terceiro entre los años 1988 y 1996, a quien señalan como el responsable de ponerla en marcha.

VIAJES, ROPA DE LUJO Y JOYAS

Los 65 cargaron a su tarjeta gastos de joyerías, tiendas de ropa, restaurantes, viajes, ropa de marca o menaje del hogar. Durante el tiempo que hizo uso de su tarjeta, Rato se benefició de estancias en hoteles de cuatro y cinco estrellas, de accesorios de Louis Vouitton, o de compras en diversos bazares (en una realizada en diciembre de 2010 abonó 2.439 euros), según se desprende del desglose de gastos.

El exvicepresidente de la entidad crediticia madrileña y exmiembro de Izquierda Unida, José Antonio Moral Santín, cuenta con cerca de 400 cargos en restaurantes si bien casi la totalidad del importe que se le atribuye corresponde a extracciones de efectivo en los cajeros. Otros, como el exconsejero nombrado por el PSOE José María de la Riva llegó a invertir en un tratamiento en una clínica de talasoterapia en 2007 un total 1.753 euros.

Compras en joyería, como la realizada por el exdirectivo Matías Amat de 10.000 euros, el gasto en más de 11.100 euros en armerías por parte del exresponsable de Empresas de Caja Madrid, Carlos Vela,o los 6.436 euros en diversos viajes que se dejó el exconsejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid, Ramón Espinar, son algunos de los importes destacados.

SÓLO CUATRO DIRECTIVOS NO USARON LAS TARJETAS

Frente a ellos, solo cuatro cargos de la entidad rescatada con más de 22.000 millones de euros no hicieron ningún gasto de su tarjeta opaca, entre ellos Francisco Verdú Pons, consejero delegado de Bankia. En su declaración como testigo ante Andreu confesó que rechazó adquirir la tarjeta b cuando Rato se la ofreció al considerarlo "una mala praxis", testimonio que posteriormente el expresidente de la entidad nacionalizada negó ante los medios.

Precisamente Andreu accedió el pasado mes de junio a rebajar la fianza de tres millones de euros impuesta a Rodrigo Rato por el uso que hicieron de las visas consejeros y directivos durante su mandato en las dos entidades, entre 2010 y 2012 atendiendo a la petición presentada por su defensa -que ejerce la firma norteamericana Baker&McKenzie, que pidió a la Justicia que actuara contra aquellos que no han devuelto lo gastado.

Entre éstos está Blesa, que reclamó a principios de esta semana la autorización del juez instructor Fernando Andreu para depositar los 436.688,42 euros que cargó en su plástico. El magistrado ha dado su visto bueno este viernes, según fuentes jurídicas.