Comienza en Valencia el jucio a Camps por un delito de cohecho impropio

La primera jornada del juicio al expresident de la Generalitat Valenciana Francisco Camps por la conocida como "causa de los trajes" ha transcurrido sin que ni él ni el exsecretario general del PPCV Ricardo Costa hayan declarado, lo que ha dejado el "espectáculo" mediático a las puertas del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

La enorme expectación mediática que ha despertado esta vista, que fue calificada recientemente de "espectáculo" por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, se ha visto retrasada al menos una jornada sobre el calendario previsto por la demora en el proceso de constitución del jurado popular.

Así, unos 170 redactores, fotógrafos y cámaras de televisión han instalado unidades móviles y equipos de directo y han hecho guardia a las puertas del tribunal desde el amanecer y durante toda la jornada.

Los dos acusados en este proceso únicamente se han dejado ver públicamente a su llegada al Palacio de Justicia, dado que han permanecido en el interior del edificio todo el día y han encargado comida.

Mientras, en el exterior, reporteros gráficos se han apostado en las dos salidas del edificio, ante la posibilidad de que Camps o Costa optasen por salir del mismo durante el receso del mediodía.

Entre las 14.00 y las 15.30 horas todas las partes y el presidente del tribunal se han marchado a comer. Además, el presidente de Les Corts, Juan Cotino -quien había llevado a Camps en su coche hasta la sede del tribunal-, ha hecho acto de presencia en ese momento en las inmediaciones del TSJCV, hecho que ha generado revuelo ante la posibilidad de que el expresident saliese del edificio.

Esta incertidumbre, generada en parte por la escasa información que ha trascendido sobre el procedimiento inicial de elección del jurado, ha generado todo tipo de especulaciones sobre el inicio de la vista, así como acerca de su posible duración.

El personal de comunicación del TSJ valenciano ha habilitado varias salas para que los periodistas pudiesen escribir o preparar crónicas de radio, y ha solicitado a los fotógrafos y cámaras que respetasen la privacidad de los miembros del jurado que han sido sometidos al pertinente examen previo por las partes.

Sin más "sustancia informativa" que las meras especulaciones ni noticias concretas, los focos en esta primera jornada de juicio se han centrado en otros asuntos de poca o nula transcendencia, como la escasa pero infatigable presencia de un grupo de miembros de la plataforma anticorrupción, que no ha dejado de corear consignas contra Camps con unos pequeños megáfonos de juguete.

Frente a ellos, y también aguantado el frío y el viento estoicamente, un grupo de simpatizantes del PP esperaba su turno para acceder a la sala de vistas como público dentro de una "jaula" de vallas metálicas que ha preparado la Policía Nacional.

Los periodistas que tenían previsto entrar a la sala, y ante la perspectiva de una sesión maratoniana, se han cuidado de mantener la batería de sus móviles al máximo de capacidad y han buscado cualquier rincón en el que hubiese un enchufe para recargarlo.

Y es que las redes sociales, especialmente "Twitter", y nuevas aplicaciones de mensajería como "Whatsapp", han sido hoy las herramientas más utilizadas por los periodistas para informar tanto a sus medios como a sus seguidores personales.

Pero la falta de contenidos "de enjundia", de informaciones "frescas", y también el simple "aburrimiento" ha convertido en noticia, al menos en las redes sociales, cuestiones tan frívolas como la bollería variada que ha servido de desayuno a la prensa.

"Muchos sobaos y pocas nueces", lamentaba una periodista cuando se cumplían diez horas de espera.