Cerca de un centenar de indignados se manifiesta frente al Banco de España

  • Denuncian el "chantaje" de los organismos internacionales por "obligar" a los Estados a asumir ajustes del gasto público
  • El número de policías y de periodistas superaba a los simpatizantes del 15M

Cerca de un centenar de "indignados" se manifestaron hoy frente al Banco de España en una acción promovida por el grupo de economía del 15-M con el objeto de protestar por la "complicidad" del organismo con las prácticas especulativas que generaron la crisis. Los indignados, en medio de un gran despliegue de policías y de periodistas, optaron por leer su manifiesto en contra del Banco de España, el Banco Central Europeo y las Agencias de Calificación de Deuda, elaborado por el grupo de trabajo de economía de la acampada de la Puerta de Sol. El número de policías y de periodistas superaba a los simpatizantes del 15M.

La movilización transcurrió sin graves incidentes, con los "indignados" coreando consignas habituales del movimiento como "vuestra crisis no la pagamos" y bajo pancartas que calificaban al Banco de España de culpable por no supervisar.

Los "indignados" presentaron su manifiesto en el registro del Banco de España. En él denuncian el "chantaje" de los organismos internacionales por "obligar" a los Estados a asumir ajustes del gasto público en materia social para pagar la deuda que las entidades financieras han generado.

El texto incide en que el aumento de la deuda pública se debe fundamentalmente a las ayudas otorgadas a la banca, siendo ahora los ciudadanos los que "pagan las consecuencias por la adopción de drásticos recortes sociales", según destacó un portavoz de este colectivo.

Respecto a las agencias de calificación, el manifiesto destaca el "oligopolio formado por Moody's, Fitch y Standard & Poors, que actúan como auténticas agencias de especulación amparadas por las instituciones financieras internacionales".

El movimiento 15-M acusa a estas agencias de calificar la solvencia mediante "criterios oscuros, siempre al servicio de maniobras especulativas, poniendo al borde de la quiebra a los países del sur de Europa".

Además, la manifestación se desplazó a la sede de la agencia de calificación Fitch en Madrid, en la que se acusó de "criminales y culpables a las agencias de calificación".