Antonio Camacho un fiscal para Interior

  • José Blanco, compartirá Fomento y la portavocía del Gobierno
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Antonio Camacho y José Blanco |afp

Antonio Camacho Vizcaíno, nuevo ministro del Interior en sustitución de Alfredo Pérez Rubalcaba, es miembro de la carrera judicial y fiscal y secretario de Estado de Seguridad desde 2004, y se ha mantenido en la sombra como un discreto 'número dos' de Interior durante más de siete años.

Llegó al Gobierno tras la victoria socialista de marzo de 2004 de la mano del ex ministro del Interior José Antonio Alonso, integrante también de la carrera judicial y amigo personal de José Luis Rodríguez Zapatero.

Cuando Rubalcaba aterrizó en el ministerio en abril de 2006, apenas unos días después de que ETA declarara su penúltima tregua, el ahora candidato socialista siguió confiando en él y Camacho ha continuado en su puesto hasta hoy, como buen conocedor de los entresijos de la banda terrorista.

Nacido en Madrid en 1965, ingresó en la carrera fiscal en 1991 y desde entonces ejerció en la Fiscalía de los tribunales superiores de justicia de Valencia y Madrid, en la Sección de Vigilancia Penitenciaria, en los juzgados de Getafe y en la Secretaría Técnica.

Como fiscal, Camacho llegó a ser presidente de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), asociación de la que fue cofundador otro de los ministros del primer ejecutivo de Zapatero, Mariano Fernández Bermejo.

Durante el ejercicio del cargo como "número dos" del Ministerio del Interior, se ha creado el mando único de la Policía y la Guardia Civil y se han incrementado las plantillas de ambos cuerpos. Además, se han puesto en marcha el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA) y el Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO), con agentes especializados.

También se ha reforzado la lucha contra la inmigración ilegal para tratar de frenar la llegada masiva de inmigrantes a las costas españolas, que en 2006 alcanzó niveles alarmantes, una tarea en la que se ha implicado personalmente con varios viajes al África subsahariana.

Junto a Rubalcaba, Camacho gestionó la tregua de 2006 que abrió un proceso de negociación con los terroristas, pero que terminó de forma abrupta con el atentado de Barajas del 30 de diciembre de 2006, en el que fueron asesinadas dos personas.

Durante ese alto el fuego se produjo uno de los episodios que han marcado sus últimos años en Interior: el chivatazo con el que se alertó a ETA de una operación contra su red de extorsión, el conocido como caso Faisán. Tanto Camacho como el propio Rubalcaba han sido el blanco de las denuncias del PP, que han enmarcado el caso en el proceso de negociación con la banda terrorista.

El día del chivatazo, ocurrido el 4 de mayo de 2006, el entonces secretario de Estado de Seguridad habló por teléfono con algunos de los imputados en esta causa, en la que se investiga un presunto delito de colaboración con ETA. No obstante, el pasado 4 de febrero el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz rechazó citar a declarar a Camacho por estos hechos al entender que su testimonio sería "irrelevante".

Más allá del caso Faisán, y siempre como "mano derecha" de Rubalcaba, Camacho ha logrado importantes éxitos en la lucha contra ETA, con operaciones policiales que han mermado de forma sustancial su capacidad operativa y han permitido detener a quienes han ido ocupando de forma sucesiva la cúpula de la organización terrorista.

Un acoso policial que empujó a la banda el pasado 10 de enero a decretar un nuevo alto el fuego permanente, de "carácter general" y "verificable internacionalmente", que aún sigue vigente.

El nombramiento de Camacho supone una apuesta por la continuidad y un relevo natural al frente del Ministerio del Interior, donde el hasta ahora secretario de Estado abandonará el discreto papel de "segundo" para tomar las riendas de una de las carteras estrella del Gobierno.

JOSÉ BLANCO, NUEVO PORTAVOZ DEL GOBIERNO

El actual ministro de Fomento, José Blanco, asume también las funciones de portavoz del Gobierno, cargo en el que sustituye a Alfredo Pérez Rubalcaba.

Blanco, que está al frente de la cartera de Fomento desde 2009 y es vicesecretario general del PSOE desde 2008, nació el 6 de febrero de 1962 en Palas de Rei (Lugo, España), donde estudió bachillerato, tras lo cual inició estudios de Derecho en la UNED, que abandonó para dedicarse a la política, ingresando en el PSOE en 1978.

Su carrera en el partido socialista empezó con su elección como secretario general de la Juventudes Socialistas de Galicia, secretario general del PSdeG-PSOE de Lugo y miembro del Comité Nacional gallego. Posteriormente, tras ser elegido el 29 de octubre de 1989 senador socialista por Lugo y concejal en los comicios municipales de mayo de 1991, en el Ayuntamiento Palas de Rei, fue designado portavoz del Grupo Socialista.

Fue elegido diputado por primera vez en el congreso tras las elecciones generales del 3 de marzo de 1996, y revalidó ese cargo en las legislativas de marzo de 2000.

El 23 de julio de 2000 ingresó en la ejecutiva liderada por José Luis Rodríguez Zapatero, como secretario de Organización y Acción Electoral en el 35 Congreso Federal.

En los años siguientes, intervino indirectamente en los dos grandes acuerdos suscritos con el PP, sobre Terrorismo y Justicia, y participó en el infructuoso sobre inmigración. Además tomó un papel activo en la reorganización del partido, en especial en el procedimiento de primarias, el régimen de incompatibilidades y la limitación de mandatos, temas que se materializaron en la Conferencia Política de 2001.

Blanco renovó su acta de diputado en las generales de marzo de 2004, ganadas por su partido, que estuvieron marcadas por los atentados de Madrid del 11-M y una tensa jornada de reflexión, en la que el PP acusó al PSOE de promover concentraciones ciudadanas ante sus sedes.

Cuatro meses después de que Rodríguez Zapatero se instalara en La Moncloa, en el 36 Congreso Federal del PSOE de julio, Blanco asumió la Secretaría de Organización y Coordinación.

En las elecciones generales del 9 de marzo de 2008, que ganó el PSOE, resultó reelegido diputado.

Ese mismo año, en el 37 Congreso Federal celebrado de julio, fue designado vicesecretario general del PSOE y portavoz, tras recuperar la Comisión Ejecutiva la figura del vicesecretario general, que había ocupado Alfonso Guerra. Como vicesecretario, Blanco acordó con el PSC, el traspaso de Cercanías en Cataluña o la apertura de la nueva terminal del aeropuerto de El Prat.

El 7 de abril de 2009, fue nombrado ministro de Fomento, en sustitución de Magdalena Álvarez, tras la remodelación del Gobierno. Desde entonces, Blanco se comprometió con los proyectos del AVE en País Vasco, Pamplona-Zaragoza, Asturias, Cantabria, Valencia y Galicia; aceleró los Planes de Cercanías de Madrid y Cataluña; congeló las tasas de los aeropuertos y puso en marcha el Plan E.

Tras aprobarse "el Plan de Estabilidad", anunció la reducción de inversiones por la crisis y que, en cierto modo, marcó la política de su ministerio desde entonces.

Blanco afrontó en las Navidades de 2009, el cierre de la aerolínea Air Comet y en 2010 tuvo que hacer frente al conflicto de los controladores aéreos, que finalizó con la declaración del estado de alarma, la militarización del espacio aéreo y la apertura de expedientes.

El 20 de octubre de 2010, asumió también las competencias del Ministerio de Vivienda, convertido en Secretaría de Estado, tras una nueva remodelación del Gobierno. Como responsable de Vivienda, apostó por la rehabilitación, por dar salida al excedente de vivienda y ajustar su precio.

Se especuló con su nombre como relevo del presidente Zapatero una vez que éste anunció el 20 de diciembre de 2010 que no se presentaría a la reelección. Hasta la designación del candidato, en marzo fue nombrado responsable de la campaña del partido de cara a las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo, en las que el PSOE sufrió un duro revés.