El etarra Aitor Esnaola almacenaba casi dos toneladas de explosivos en sus cinco zulos

  • Reveló a la Guardia Civil que ETA experimentaba un nuevo explosivo más potente y con gases tóxicos

El etarra Aitor Esnaola, detenido la semana pasada, guió a los agentes de la Guardia Civil al escondite donde guardaba el mayor polvorín de ETA hallado en España. El miembro «legal» de la banda asesina, mostraba impeterterrito a los agentes los casi mil kilos de explosivo ocultos en el caserío de Legorreta. Además realizó una ruta por los numerosos zulos que custodiaba tanto en su casa como en el monte.

Es Aitor Esnaola, el guardián del mayor arsenal de ETA hallado en España. Fué quien guió a los agentes de la Guardia Civil hasta dar con los cinco zulos donde almacenaban casi dos toneladas de explosivos.

Primero los llevó al caserío guipuzcoano de Legorreta, donde fue detenido el pasado martes. En la cuadra, bajo un falso suelo, tenían 30 kilos de polvo de aluminio - un componente para fabricar amonal- y más de un kilo de pentrita. Bajo la alfombra de casa, hallaron un temporizador.

Era el lugar donde trataban el material explosivo y construían los detonadores, que luego distribuían en otros tres zulos escondidos en montes de Navarra y Guipuzcoa que marcaban con unos troncos colocados formando una cruz.

En el zulo de de Zelama, en Guipuzcoa, se encontraron bidones y garrafas, cargados con 229 kilos de nitrato amónico en polvo, pero también 7 kilos de polvo de aluminio y 3 de pentrita.

El quinto escondite estaba en un caserío abandonado cercano a Legorreta, también propiedad de la familia. Aquí se incautaron 137 kilos de nitrato, un revólver perfectamente envuelto y abundante munición.

En su declaración a los agentes, el etarra también reveló que la banda terrorista estaba buscando una vivienda con mejores condiciones de ventilación para probar con un nuevo explosivo: el el diazodinitrofenol, mucho más potente que los utilizados hasta el momento y que además al hacer explosión genera grandes cantidades de gases tóxicos.