El vigilante que abrió el portón declara que Madridec dio la autorización

  • La secretaria de Flores: "Nadie controló el aforo por plantas del Madrid Arena"

El vigilante de seguridad Segundo Eladio Pupuche ha manifestado en el juicio por la tragedia del Madrid Arena que abrió el acceso de mercancías por el que entraron en masa 2.500 jóvenes al pabellón sin control tras recibir la autorización de Madrid Espacios y Congresos (Madridec) y cumpliendo las órdenes del jefe de Seguriber, José Antonio Díaz Romero.

Así lo ha señalado en su declaración como testigo en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid. Eladio estuvo imputado en la instrucción judicial, pero el juez Eduardo López Palop acordó archivar su acusación.

Para conocer qué llevó al fatal desenlace de la noche es fundamental saber quién fue en primera instancia la persona que dio la orden de abrir este portón de carga. La entrada en masa de los jóvenes provocó un colapso en el interior de la pista que influyó en la avalancha que se produjo en uno de los vomitorios alrededor de las tres de la madrugada.

"La normal, el protocolo es que si la organización quería pedir la apertura tenía que ser autorizada por producción", ha recalcado a preguntas del Ministerio Fiscal. Poco después y a preguntas de las acusaciones, ha aclarado que producción eran los dueños del pabellón, "Madridec".

De este modo, ha relatado que sobre las dos de la madrugada recibió un aviso por el walkie-talkie en el que Díaz Romero le indica que alguien de organización bajaría para que abriera la puerta, algo que debía hacer porque tenía la autorización de producción.

Además, ha especificado que antes de este aviso una persona de la promotora le pidió que se abriera el acceso, pero éste se negó porque todavía no había autorización. "Sabía que eran de la organización porque llevaban una cartulina que les identificaba", ha dicho.

"LO DESCONOZCO"

En la sesión ha comparecido la que fuera durante más de veinte años la secretaria personal de Miguel Angel Flores, Gema Aznal García, ha respondido con un "lo desconozco" o "no recuerdo" a muchas de las preguntas, especialmente con las relacionadas con la venta de entradas y el control del aforo del recinto.

Sobre esta cuestión, solo ha reconocido que no se tuvo en cuenta el aforo por planta. "Lo desconozco señor" o "no lo recuerdo" han sido en su mayoría sus respuestas a las acusaciones particulares. En un momento de su declaración se le ha quebrado la voz al recordar lo vivido después de la avalancha mortal.

En su relato, ha relatado que era habitual que la puerta del portón de carga del pabellón estuviera abierta. No obstante, ha dicho que desconoce si en otros eventos hubo gente que accediera al recinto por este lugar. "Siempre estaban abiertas, sin bloquear porque era de emergencia", ha señalado la testigo y ha destacado que la enfermería estaba siempre en el mismo lugar, en contra de lo manifestado por otros empleados de Diviertt.

La pasada semana, una de las personas que ayudó a socorrer a las víctimas manifestó que el pabellón era laberíntico sin estar señalizada la enfermería, teniendo que practicar a una de las chicas un masaje cardiaco en una barra de Coca-Cola.

También ha insistido en que en todos los eventos de Diviertt era la empresa Seguriber la que llevaba la seguridad interior y no las personas contratadas de Kontrol 34, algo que sospechan las acusaciones particulares. Ante el juez manifestó que esa noche no vio a ningún vigilante de Seguriber en el recinto, pero hoy ha señalado que sí.

Inquirida sobre si vio Policía esa noche, ha respondido que no y que en otras ocasiones la presencia policial llegaba a ser hasta excesiva. "Incluso había paisanos dentro que querían hablar con los responsables", ha señalado.

A preguntas sobre cómo se enteró de la tragedia, la testigo se ha emocionado y ha contado con voz temblorosa que cuando pasó no se creía lo que estaba pasando. "No me dejaron entrar en la enfermería. Me quedé apartada y después empezó a llegar policía y ambulancias. Y empecé a enterarme de lo que pasaba", ha dicho.

SECRETARIA DE FLORES: "NADIE CONTROLÓ EL AFORO POR PLANTAS DEL MADRID ARENA"

La secretaria del empresario Miguel Ángel Flores, Gema Aznal, ha reconocido en el juicio por la tragedia del Madrid Arena que "nadie controló el aforo por plantas" del recinto.

Durante su declaración en la Audiencia Provincial de Madrid, la secretaria del promotor de la fiesta en la que el 1 de noviembre de 2012 murieron cinco jóvenes ha dicho que nadie se ocupó de que el aforo se distribuyera por plantas, tal y como había indicado el arquitecto de Madrid Espacios y Congresos (Madridec), Javier Martínez de Miguel.

Ha admitido que las entradas, de las que ha afirmado no conocer bien "el método de venta", no estaban delimitadas por plantas, pese a que el arquitecto señaló días antes de la celebración del evento que el aforo era de 10.620 personas, pero desglosado por plantas: 3.930 en cota 5, 3.000 en cota 11 y 3.700 en cota 0.

La secretaria de Flores, con el que trabajó durante 24 años, ha manifestado desconocer o no acordarse de la mayoría de asuntos por los que le han interrogado las partes durante el juicio.

Aunque cuando le han preguntado sobre la avalancha, la testigo se ha emocionado: "Empecé a ver llegar policía y ambulancias y me enteré un poco de lo que pasaba, pero no fue hasta el día siguiente cuando tuve pleno conocimiento de lo que había sucedido", ha relatado.