El templo de Debod se reabre al público el próximo martes

El templo de Debod se reabre al público el próximo martes
Templo de Debod |Telemadrid

El Templo de Debod se reabrirá al público el próximo martes, 20 de septiembre, con aforo limitado a 15 personas por cada visita en su interior, y contará con una vigilancia reforzada a partir del 1 de octubre, con dos vigilantes durante las 24 horas.

La reapertura del monumento milenario, cuyo interior permanecía cerrado desde julio pasado, se produce tras haberse recuperado las temperaturas adecuadas para visitantes, trabajadores y para la propia conservación del edificio.

El templo arrastra desde hace años problemas en el sistema de climatización que ya obligaron a su cierre en veranos anteriores, por lo que el Ayuntamiento sustituirá el sistema con cargo al presupuesto de 2017.

A finales de año se ampliará el horario de atención e información al público, que será ininterrumpido de 10 a 20 horas, señala el Ayuntamiento de Madrid en una nota.

Aunque las temperaturas bajaron notablemente en Madrid desde el pasado martes, la inercia térmica dentro del templo ha hecho necesario "esperar varios días hasta alcanzar los valores ambientales recomendados".

Por la misma razón, no se podrán visitar las estancias de la parte trasera o lateral del edificio, cuya ventilación es más deficiente, ya que la incidencia de público alteraría la humedad y la temperatura.

Los elementos más interesantes del Templo, que albergan la decoración de relieves -vestíbulo, vestíbulo interior, capilla de Adijalamani y sala de audiovisual- podrán volver a contemplarse a partir del próximo martes, pero se ha limitado el aforo de cada visita a quince personas.

El Área de Cultura y Deportes también ha previsto, con cargo el presupuesto del próximo año, una inversión de 400.000 euros para la renovación museográfica del templo, que incluye mejoras en los sistemas de iluminación de las piezas (paredes, relieves, inscripciones) y en los medios audiovisuales, los gráficos y los textos explicativos.

El templo egipcio, que está incluido en el catálogo de Monumentos Públicos y Elementos Urbanos singulares, data del siglo II antes de Cristo y fue instalado a principios de la década de los setenta en Madrid.

El monumento fue donado a España por el gobierno egipcio para evitar que quedara inundado tras la construcción de la gran presa de Asuán. Fue transportado a Madrid y reconstruido piedra a piedra. Se abrió al público en su actual ubicación en 1972.