Más de 140 propuestas recibió el ayuntamiento para cambiar la Puerta del Sol

  • Algunas apostaban por demoler decenas de edificios ubicados junto a la Casa de Correos
  • Los autores del proyecto ganador destacan su carácter de plaza multiusos

La imaginación de los arquitectos que presentaron sus proyectos al concurso de ideas sobre el futuro de Sol, ha dado mucho de sí. Torres gigantes, edificios derribados, pérgolas a cien metros de altura... estos son algunos de los proyectos que fueron descartados por el jurado.

Hasta 146 proyectos se presentaron en el concurso Piensa Sol patrocinado por el Banco Sabadel. Arquitectos de todo el mundo han competido en el concurso Piensa Sol.

Muchos proyectos han sido rechazados por inviables, pero aportaban ideas que serían aprovechables. Uno de los que más gustó a la alcaldesa, fue éste que transformaba el pavimento de la plaza en un castizo abanico.

Otro eran realmente atrevidos y transgresores y proponían derribar decenas de edificios, construir hitos y miradores de 100 metros de altura o colocar toldos con pantallas digitales.

A pesar de sus diferencias, todas las ideas diseñan una Puerta del Sol más ordenada, más transitable y con más sombras, bancos y árboles, algo que la gente echa de menos.

EL ARQUITECTO GANADOR CONSIDERA SU PROYECTO "VIABLE Y REALISTA"

El arquitecto José Ignacio Linazasoro defiende que el proyecto ideado por su equipo que resultó vencedor del concurso para renovar el diseño de la Puerta del Sol de Madrid es "viable" y "realista", ordena un espacio caótico lleno de objetos y le otorga nuevas posibilidades de uso.

El integrante de Linazasoro y Sánchez Arquitectura, vencedor del proyecto Piensa Sol con el trabajo El sol del membrillo, explica que su diseño ordena los elementos actualmente desperdigados por Sol y libera su espacio central para cualquier tipo de uso.

Linazasoro reconoce que no se hizo un estudio económico del coste del rediseño porque no lo exigía el concurso -que no es vinculante- y elude apuntar una cifra porque sería "arriesgado", pero defiende que sería "sensata" porque su modelo es "viable" y no supone "cambios radicales".

El arquitecto considera que, actualmente, Sol es un "caos", un espacio lleno de objetos y elementos situados "de una forma bastante caótica". Su proyecto pretende ordenar "lo que hay" en el icónico kilómetro cero madrileño al estilo de las "grandes plazas italianas".

Linazasoro pone como ejemplo las de San Marcos, Siena o Navona, "espacios vacíos" donde la gente se puede reunir y que pueden albergar eventos. Son espacios "pluriuso", al estilo de la Plaza Mayor, agrega el arquitecto.

El modelo de disposición en arco que plantea el proyecto ganador desplaza las estatuas, fuentes y kioscos de la plaza hacia la periferia de la media luna que es la Puerta del Sol, agrupa todos estos elementos y no obligaría a mover las bocas de Metro, que se integran en la zona de bancos y kioscos, a excepción de una: la que se encuentra enfrente de la Real Casa de Correos, sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid, cuya boca pasaría a la calle Carretas para no restar preponderancia y no ensuciar la imagen del edificio.

El proyecto sitúa la escultura ecuestre de Carlos III en una posición nueva, en el centro de la plaza y próximo a la Real Casa de Correos; y mueve también las estatuas de la Mariblanca y el Oso y el Madroño a otro extremo.

Preguntado por la petición ciudadana de que haya gran presencia de árboles en la plaza y la posibilidad de elevar la presencia de vegetación del proyecto -reducida a unos maceteros en el eje Carrera de san Jerónimo-Calle Mayor para delimitar con el tráfico-, Linazasoro recalca que plantar árboles es "imposible" porque la plaza es como un queso de Gruyère y está "vacía por debajo".