Zapata dice que cuando conoció la orden de desalojo ya había dejado el Patio Maravillas

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El concejal madrileño Guillermo Zapata ha dicho hoy en el juicio por ocupar el inmueble conocido como Patio Maravillas que se desvinculó de este lugar cuando le comunicaron una orden judicial de desalojo en febrero de 2015, pero ha negado conocer otros dos requerimientos anteriores de la propietaria. "Cuando el abogado nos indica la orden de desalojo (febrero de 2015) dejo de participar", ha asegurado Zapata en la vista oral que se ha celebrado en el Juzgado de lo Penal número 14 de Madrid contra él y tres activistas del colectivo Patio Maravillas, acusados de un delito de usurpación de inmueble, por el que la Fiscalía pide una pena de 1.800 euros de multa cada uno.

LA PROPIETARIA RENUNCIA

La empresa propietaria, Nivel 29, que solicitaba una multa de hasta 18.000 euros a cada uno de ellos, ha renunciado a la acusación momento antes del inicio del juicio, cuando ha abandonado la sala. Ahora bien, Zapata ha negado tener conocimiento de las otros dos peticiones por vía notarial de la propietaria, que adquirió el inmueble en diciembre de 2013: Primero en febrero de 2014, con un plazo de 10 días y luego en septiembre del mismo año, con un mes.

Fue ya en el tercer requerimiento que se produjo el 19 de febrero de 2015, ya por vía judicial, cuando Zapata ha dicho que fue alertado del mismo por su abogado y, por lo tanto, optó por dejar de participar en las actividades que allí se realizaban porque, además, estaba empezando su carrera para las elecciones municipales de mayo.

"A partir de 2015 yo prácticamente dejo de ir al espacio porque estábamos organizando una candidatura municipal y eso ocupó todo mi tiempo", ha apuntado el edil madrileño. "Luego el abogado nos comunicó la orden de desalojo y dejé de participar", ha agregado.

Pero ha admitido que asistió a la concentración del 20 de marzo de 2015 contra el desalojo, aunque no la organizó. "Fue una concentración bastante alegre de unas 400 o 600 personas", ha precisado el edil, que no recuerda que estuviera la Policía. Zapata ha explicado que su vinculación con el Patio Maravillas fue a través de la organización de "talleres de guión" y como asistente de otras actividades como presentaciones de libros.

Eso sí, ha negado ser miembro de la "Asamblea del espacio polivalente autogestionado Patio Maravillas", aunque ha reconocido su firma en un documento de la asamblea entregado al juzgado y firmado por los cuatro acusados, en el que se personaban en el procedimiento tras la denuncia de la propietaria en septiembre de 2014. "Lo hice porque quería explicar delante de un juez que tipo de actividades se hacían en el Patio Maravillas", ha aseverado. "Considerábamos que hacíamos una defensa política del espacio", ha añadido el edil madrileño.

No obstante, ha destacado que él no formaba parte de las personas que tomaban las decisiones en el inmueble porque "tampoco había miembros fijos decidiendo". "Yo pedía hueco para hacer mi taller y ya está", ha aseverado. Zapata y los tres activistas son procesados por ser supuestamente los miembros de la asamblea y, por lo tanto, representar al colectivo que hasta en tres ocasiones se negó a desalojar el inmueble como así reclamó la empresa propietaria.

En línea con lo manifestado por el edil madrileño, los otros tres acusados han admitido que acudían al espacio para "hacer talleres", pero que no formaban parte del órgano que tomaba las decisiones porque no había "una membresía". Igualmente, han reconocido que dejaron de participar en las actividades del colectivo cuando tuvieron conocimiento de la orden judicial del desalojo, pese a que luego todos ellos asistieron a la concentración que se produjo en la calle contra el desalojo porque pretendían "mostrar su apoyo al Patio Maravillas".

En las conclusiones finales, la Fiscalía ha señalado que "no hay ninguna duda" de que los acusados ocuparon el inmueble para hacer "actividades de forma permanente" sin estar autorizados por la propietaria desde diciembre de 2013 y tras desoír los requerimientos de desalojo de la empresa.

Mientras que la defensa ha pedido la libre absolución por "ser escogidos aleatoriamente" de entre las muchas personas que asistían al Patio Maravillas y por no ser requeridos directamente para desalojar el inmueble. El juicio ha quedado visto para sentencia.

Fue ya el 19 de febrero de 2015, por vía judicial, cuando la propietaria comunicó su tercer requerimiento de desalojo, que tampoco fue atendido. El Patio Maravillas fue finalmente desalojado el 11 de junio de 2015.