Una joven del Madrid Arena: "Nadie nos atendió y la enfermería estaba cerrada"

  • "Pensaba que iba a morir porque no podíamos respirar"
  • Sostiene que personas de la organización cerraron el vomitorio de acceso a la pista

Sandra Regidor, una de las jóvenes que quedó atrapada en la avalancha humana que se produjo en el Madrid Arena la madrugada del 1 de noviembre, ha asegurado que la enfermería del recinto municipal estaba cerrada y que ni a ella, ni a otra amiga "las atendió nadie, ni nada".

Sandra Regidor, una de las jóvenes que resultó herida durante la fiesta de Halloween celebrada hace un año en el Madrid Arena, ha relatado este viernes ante juez Eduardo López Palop la dura experiencia vivida esa trágica noche, en la que pensó que "iba a morir" al no poder respirar" al resultar aplastada por la avalancha humana que se produjo en el interior de uno de los vomitorios.

La joven, de 22 años, ha testificado esta mañana ante las partes acompañada por su madre. Ante el magistrado, ha señalado que la avalancha se produjo después de que se les impidiera salir del vomitorio. Los "chaquetas amarillas" antes de la avalancha les dijeron: "por aquí ya no pasa nadie".

"Después fue cuando pasó todo", ha destacado Sandra, quien ha explicado que en el momento de la tragedia estaba en el vomitorio cerca de la pista y que cuando se produjo la avalancha quedó atrapada hasta que un chico la agarró de los brazos y consiguió sacarla.

Según el testimonio de la chica , no era dueña de sus movimientos en el momento en el que se produjo la avalancha. Así, ha recordado que cayó desmayada al suelo y un chico la ayudó, cogiéndola en brazos. Sandra resultó lesionada en la espalda y en las costillas, requiriendo tratamiento psiquiátrico tras lo sucedido.

"Lo pasé muy mal como todo el mundo. Pero ya estoy mejor. Antes intentamos salir y dijeron: aquí no entra y no sale nadie. Ahí pasó todo. "Pensaba que iba a morir porque no podíamos respirar. No nos atendió nadie. La enfermería estaba cerrada cuando llegué", ha narrado la chica con la voz temblorosa y los ojos llorosos.

LOS RESPONSABLES, LOS POLITICOS

Sonia Ballesteros, la madre de la chica, no ha duda en afirmar que "los responsables de lo que pasó fueron los políticos" y se ha quejado de la dificultad que tuvieron para conseguir un informe en el hospital sobre las lesiones, ya que le decían que su hija podía estar embarazada.

"Sé que en otros casos también decían cosas así", ha dicho. "Nadie nos quería atender. Todo ha sido privado y pagando. Ella tenía muchos dolores en los riñones y la tripa. La dijeron si es que estaba embarazada y dijo que no. Insistían en ello. También lo dijeron en otros casos Fuimos a la Jiménez Díaz porque estaba María Teresa y pensábamos que habría un protocolo. Y no lo había", ha señalado.

"Queremos que se le reconozcan las lesiones físicas y psicológicas. Esos daños han sido producido por una imprudencia desde los poderes públicos. La seguridad no estaba bien diseñada en el recinto y no fue subsana cuando ya había varias denuncias. Y luego fueron todo favores y favores y tapaderas", ha apostillado.

"Los máximos responsables no responden. Esto es una causa común y lo debe defender el Ministerio Fiscal. Hasta la fecha, nadie se ha puesto en contacto con ella. Estuvo desprotegida desde el principio. Nos sentimos abandonados por el Ayuntamiento y por todos", ha denunciado.

Además, ha señalado que su hija ha intentado olvidarlo este verano, pero no ha podido. Quería ir a estudiar fuera para mejorar el inglés, ya que quiere estudiar diplomacia. "Todavía tiene muchas pesadillas", ha dicho.