Restos de animales de hace 9 millones de años en Torrejón de Velasco

  • Se han extraído más de 10.000 restos de animales de la Era Terciaria
  • Es uno de lso mayores yacimientos de carnívoros

La Comunidad de Madrid, en colaboración con el CSIC, ha recuperado en los yacimientos del Cerro de Batallones, en el municipio de Torrejón de Velasco, más de 10.000 restos de animales que vivieron en la región durante la Era Terciaria, es decir, hace nueve millones de años.

Para ello, el Gobierno regional ha invertido 5,5 millones de euros en las labores de recuperación en yacimientos de carnívoros extinguidos en Torrejón de Velasco desde 2001, año en el que fueron declarados Bien de Interés Cultural (BIC),

Así lo ha señalado la consejera de Empleo, Turismo y Cultura, Ana Isabel Mariño, durante una visita que ha realizado este lunes al Cerro del Telégrafo, junto al alcalde de Torrejón de Velasco, Gonzalo Cubas, y el director de las excavaciones, Jorge Morales.

Mariño ha asegurado que "es el yacimiento más importante de España y uno de los más importantes de la Unión Europea, que tiene una gran diversidad de especies con restos óseos completos de la Era Terciaria ". A su vez, ha añadido que ya se han extraído más de 10.000 huesos en este enclave del sur de Madrid en colaboración con el CSIC, el museo de Ciencias Naturales y las Universidades Complutense, Autónoma y Alcalá de Henares.

"Gracias a estos yacimientos, conseguimos que los 26 municipios en los que se encuentran, recuperen el pasado de sus territorios y que sean un elemento dinamizador del turismo. Esperemos que esto sea un fuerte impulso económico para los pueblos que hasta ahora habían sido desconocidos y que ya se encuentran en el punto de mira de investigadores internacionales", ha indicado la consejera.

Finalmente, Mariño ha afirmado que "Ahora la sociedad española se encuentra en un momento difícil económicamente y es importante ahorrar para poder distribuir de forma adecuada cuando la situación mejore".

UN YACIMIENTO CON FORMA DE RELOJ DE ARENA

Por su parte, el director de las excavaciones ha explicado que "el yacimiento tiene forma de reloj de arena debido a que el agua se fue infiltrando hace millones de años y fue haciendo conductos que se unieron dando lugar a cuevas en el interior de entre 10 y 15 metros de profundidad que se agrandaron por erosión natural, de tal forma que se formaron zonas más estrechas y otras más anchas en la parte superior".

Morales ha señalado que entre los restos que se han sacado a la luz destacan los de rinocerontes, tigres, dientes de sable, tortugas gigantes, caballos primitivos y antecesores del actual Panda Rojo y jirafas que vivieron en la región hace nueve millones de años. Concretamente, en el Batallón 10, que es el yacimiento donde se ha realizado hoy la visita, se han encontrado restos de rinocerontes, jirafas, hiparones, mastodontes y otros vertebrados típicos del Mioceno superior.

Además, el director de las excavaciones ha afirmado que el objetivo de la investigación que se realiza en estos yacimientos es conocer, por un lado, el motivo por el que hay un número tan grande de especies, y a su vez, estudiar los huesos en sí mismos para recibir información de los animales que habitaban en la región hace millones de años.

DESCUBIERTO POR CAUSALIDAD

El yacimiento fue descubierto casualmente en 1991, como consecuencia de la explotación de sepiolita que la empresa Tolsa realizaba en el Cerro y que puso al descubierto una gran concentración de restos paleontológicos.

A partir de ese momento se ha sucedido una serie de campañas anuales de excavación del yacimiento, así como un seguimiento y vigilancia de las explotaciones que han permitido descubrir nuevos yacimientos de interés. La actual campaña de excavaciones comenzó el 17 de julio y se extiende a lo largo de un mes.

Según la interpretación de los excavadores, estas acumulaciones de restos óseos se deben a la existencia de cavidades naturales en el subsuelo donde las especies caían y se quedaban atrapados sin poder salir al exterior.

En la actualidad estos yacimientos no se encuentran abiertos al público porque los arqueólogos están trabajando en ellos, pero se espera que cuando den por finalizado su cometido, el Cerro de los Batallones funcione como museo y se permitan las visitas de los interesados en conocer las especies que habitaban hace nueve millones de años en la región.