Prisión sin fianza para 17 de los detenidos en la red china de blanqueo

El juez de Primera Instancia e Instrucción número 7 de Parla ha decretado prisión provisional comunicada y sin fianza para 17 de los 27 detenidos por la red china de blanqueo de dinero desarticulada la semana pasada en Madrid, Barcelona y Valencia.

Para otros nueve detenidos el juez también ha decretado su prisión eludible mediante el pago de fianzas que van de los 10.000 a los 20.000 euros, ha informado hoy el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).

Un único detenido fue puesto en libertad, pero se le retiró el pasaporte, que le impide la salida del país, y tiene la obligación de comparecer dos veces al mes ante el juzgado. La semana pasada la Guardia Civil detuvo a 27 personas por formar parte de una trama que defraudó al fisco más de 14 millones y movió otros 300 millones para blanquear.

Además de los arrestos, la Guardia Civil imputó a otras 47 personas y practicó 65 registros en esta operación, denominada Snake.Las investigaciones que lleva desde hace más de dos años el juzgado de la localidad madrileña han permitido desmantelar una red que traía de China mercancía falsificada y que blanqueaba sus propios activos y los de otras organizaciones y empresarios, a los que cobraba comisión.

A los detenidos -la mayoría chinos, pero también hay españoles- se les imputan delitos de blanqueo de capitales, contra la hacienda pública, contra los derechos de los trabajadores, contrabando, pertenencia a organización criminal y falsedad documental.

Algunos de los arrestos tuvieron lugar en el polígono Cobo Calleja de Fuenlabrada, aunque también se llevaron a cabo registros domiciliarios en distritos de la capital como Vallecas y Usera.

Según ha informado la Guardia Civil, la actividad fraudulenta de la organización criminal consistiría básicamente en importar grandes cantidades de mercancía y eludir ilícitamente los impuestos asociados a las mismas, por lo que han podido defraudar unos 14 millones de euros.

Además, blanqueaban sus activos y los de otros empresarios, en una actividad que ha podido mover 300 millones de euros.La organización controlaba varios talleres de confección, supuestamente ilegales, en los cuales trabajaban ciudadanos chinos cuyas identidades eran utilizadas de forma fraudulenta por el grupo en otras actividades ilegales.