'Pintura de los Reinos' una exposición con dos sedes y mas de un centenar de obras

  • Este martes se inaugura simultáneamente en el Palacio Real y el Museo del Prado
  • Obras de los siglos XVI y XVII de pintores como Zurbarán, Juan de Juanes o Berruguete

Con motivo del Bicentenario de los movimientos de independencia de las repúblicas iberoamericanas, llega a sus dos sedes del Palacio Real de Madrid y el Museo del Prado la exposición 'Pintura de los Reinos', que refleja a través de más de un centenar de piezas la relación cultural de Europa, especialmente España, con los virreinatos americanos en los siglos XVI al XVII a través del lenguaje pictórico y desde una "visión global". Este martes se inaugura simultáneamente.

Así lo ha explicado Jonathan Brown, comisario de la muestra, organizada conjuntamente por Fomento Cultural Banamex, Patrimonio Nacional, el Museo Nacional del Prado y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC). La muestra podrá visitarse desde el 26 de octubre al 30 de enero de 2011. Posteriormente se presentará en la Ciudad de México, en el Palacio de Cultura Banamex (Palacio de Iturbide), del 2 de marzo al 30 de junio de 2011.

La exposición, en la que han participado nueve países y más de medio centenar de instituciones, incluye obras realizadas en España con destino al mercado americano, pinturas de artistas europeos que trabajaron en Nueva España o Perú, cuadros de pintores nacidos en Iberoamérica y piezas realizadas en Europa y para un público europeo pero que sirven para definir el marco de referencia en el que hay que incluir la actividad de los artistas que trabajaron para los virreinatos.

"Piezas sin precedentes, que ofrecen una visión más compleja y rica de este fenómeno", según Miguel Zugaza, director del Prado y "primera muestra de arte global", en palabras de Nicolás Martínez-Fresno, presidente de Patrimonio Nacional.

DERRIBANDO FRONTERAS

Para Jonathan Brown, el "concepto clave es la definición de los campos de la cultura que no se corresponden con las fronteras actuales sino con los concepto del arte de aquel tiempo". "Es un camino que empezaba en Amberes y acababa en Potosí", explica añadiendo que lo que se ha pretendido es "reinventar esa visión del pasado" y hacerla "dinámica".

Por su parte, el historiador John Elliott, que ha realizado el ensayo introductorio para los cuatro tomos de la exposición, ha indicado que lo que hacen ahora los historiadores es "repensar la historia de la Monarquía española entre los siglos XVI y XVIII como un conjunto, derribando las fronteras nacionalistas".

En su opinión, esta exposición presenta "un lenguaje pictórico común, una monarquía global, un solo rey, una sola religión y un idioma, el castellano". En este sentido, Elliott ha calificado la muestra de "reveladora" para los historiadores y también para el público en general.

La exposición persigue así facilitar el contacto al público europeo con una parcela del desarrollo de la pintura de los siglos XVI y XVII hasta ahora generalmente excluida de las historias de la pintura, y que demuestra hasta qué punto la Monarquía Hispánica fue un factor catalizador de estímulos artísticos e intelectuales.

EJES TEMATICOS

El Palacio Real de Madrid, como sede principal de la exposición, acoge la mayor parte de las obras (68) en tres ejes temáticos: La primera parte cómo se gestó la pintura española de los siglos XVI y XVII, nutrida principalmente de la italiana y la flamenca. Aquí se encuentran obras de Berruguete, Juan de Juanes, Zurbarán o 'La Inmaculada Concepción' de Francisco Rizzi, entre otros lienzos.

La segunda parte plasma la transmisión del lenguaje pictórico hacia la Nueva España y el virreinato del Perú, que se hizo a través de maestros europeos que llegaron a los virreinatos americanos y desarrollaron allí parte de su carrera artística; pintores como Angelino Medoro y Andrés de La Concha están representados en esta sala.

La tercera sección y más amplia está dedicada a las identidades compartidas y sus variedades locales. Para ello se exponen varias series de cuadros de pintores de uno y otro lado del Océano Atlántico que tienen un tema en común: vírgenes, crucifixiones, adoraciones, arcángeles, retratos, escenas relacionadas con la conquista, etc. Destacan pintores de la talla de Rubens, Juan Carreño de Miranda, Cristóbal de Villalpando, Juan Correa o Baltasar de Echave Ibía.

Llaman la atención también los espectacules biombos, como los atribuidos a Juan Correa (1645-1717) que representa el encuentro de Hernán Cortés con Moctezuma o el anónimo, de 1690, que muestra escenas de la conquista de México.

Por su parte, en el Museo del Prado se presenta un apartado introductorio en el que se exhiben sendas estampas basadas en composiciones de Martin de Vos y Rubens junto con cuadros españoles novohispanos y peruanos inspirados en ellas; una sección que muestra las grandes líneas del desarrollo estilístico de la pintura occidental durante los siglos XVI y XVII, a través de obras españolas e iberoamericanas; y un último grupo que desgrana cómo se abordó en Iberoamérica y España la representación de varios temas religiosos muy frecuentados por los pintores, como son la Inmaculada Concepción y la santidad femenina.

En esta sede se exhiben 36 obras de pintores europeos y americanos como Bernardo Bitti, Sebastián López de Arteaga, Claudio Coello, Francisco de Zurbarán, Nicolás Rodríguez Juárez o Cristóbal de Villalpando, y dos estampas, una de ellas procedente de la Albertina de Viena.