Hemos descubierto a pescadores furtivos en la zona de Madrid Río. En su mayoría son de orígen rumano.
Se esconden bajo el puente de los franceses.
Utilizan instrumentos muy rudimentarios, un palo, un anzuelo y de cebo, trozos de pan. Mientras unos pescan otros vigilan que no venga la policía. Porque en esta zona, no está permitida la pesca.
Cuando nos acercamos, se levantan rápidamente para que no veamos su acampada.
Insisten nerviosos, en que sólo se puede pescar en el otro lado del río.
Y niegan que estuvieran pescando allí.
Estos pescadores furtivos son en su mayoría rumanos y han acabado con el 90% de las carpas de esta zona del Manzanares. Se llevan la presa y saben que es una práctica ilegal. Por eso evitan salir cuando patrulla la policía.
Miguel, de la Federación de Pesca Madrileña, sin embargo, prepara tranquilo su caña como cada día.
Y recuerda otros tiempos en los que nadie pescaba de manera ilegal y el río estaba limpio. Sólo se altera cuando le preguntamos por los furtivos. Lo mismo que sus compañeros de pesca.
Piden que se persiga esta práctica ilegal para que las carpas siempre regresen a sus aguas y ésta no sea la imagen que impere en el Río Manzanares.
