Aguirre liberaliza horarios para acabar con la "segmentación" del sector comercial

  • Se prevé que empiece en primavera
  • Los comercios de Madrid podrán abrir cuando quieran sea cual sea su superficie

El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha dado este jueves luz verde al texto del anteproyecto de Ley de Dinamización del Comercio, una norma que la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, pone en marcha de forma pionera en España para que los comercios abran las 24 horas durante todos los días del año con el fin de acabar con la segmentación del sector comercial, algo que será una realidad en primavera de 2012.

Así lo ha explicado el consejero de Economía madrileño, Percival Manglano, quien ha señalado que han decidido ampliar el horario a todo el día después de que expertos les informaran de que si lo que cambiaban como condición para abrir más festivos y fines de semana eran los metros cuadrados de superficie, la "segmentación" iba a continuar y se iba a "confundir" tanto a consumidores como a comerciantes.

Y es que hace apenas un mes y medio Manglano presentó un informe al Consejo de Gobierno en el que se planteaba la posibilidad de aumentar el tamaño de los comercios que pudiesen abrir en festivos y fines de semana dependiendo de los sectores, pero pasando de los 300 metros cuadrados de superficie máxima que recoge la normativa actual a los 750 metros cuadrados.

Preguntado por qué se ha decidido ampliar a todos los comercios finalmente, Manglano ha explicado que en el contacto con las distintas asociaciones y la propia patronal madrileña se les trasladó que esta propuesta "continuaría segmentando el sector comercial de una manera que no iba a impulsar su dinamismo de la manera" que ellos creen que debe ser impulsada en las "circunstancias" actuales.

"Por lo tanto, si queríamos acabar con esa segmentación que genera confusión tanto a los comerciantes como a los consumidores que no saben muy bien cuando van a tener ocasión de hacer sus compras, hemos creído conveniente terminar con esa segmentación y dar plena libertad a los comercios para que decidan cuando quieren abrir y cuando no", ha explicado.

MADRID ABIERTA Y A LA VANGUARDIA

Por su parte, la presidenta madrileña que ha salido de la reunión del Consejo de Gobierno, que no había terminado a las 13 horas, para comparecer ante los medios, ha explicado que la liberalización del comercio "es una seña de identidad de Madrid". "Madrid quiere ser abierta, integradora, acogedora y dar una imagen de vanguardia", ha apuntado Aguirre, en referencia a ciudades como Tokio, Nueva York y Moscú.

La Comunidad ha tomado como ejemplo a estas ciudades, y, en palabras de Aguirre, no tienen "miedo a la libertad". Sobre la posibilidad de que los sindicatos o IU planteen movilizaciones al respecto, Aguirre ha indicado que aunque su "punto de vista es muy respetable", ha quedado "demostrado" que no sus ideas no son útiles

"IU y los sindicatos tienen un punto de vista muy respetable pero han demostrado ya a lo largo del tiempo que no es útil a la hora de generar crecimiento económico, bienestar, prosperidad y empleo, y todo lo contrario, la liberalización si lo es", ha sentenciado la dirigente autonómica a este respecto.

MADRID, A LA CABEZA DE LA LIBERALIZACION

Madrid fue la primera región que acometió medidas liberalizadoras para reactivar el tejido empresarial como suprimir los registros administrativos preceptivos, las autorizaciones para la implantación de determinadas actividades comerciales, eliminar la conocida como "segunda licencia" para la apertura de grandes establecimientos comerciales, además de avanzar en la libertad de horarios comerciales.

Así, en la última década, los locales comerciales en la Comunidad de Madrid han crecido un 1,6 por ciento, mientras en España descienden un 1,8 por ciento en el mismo periodo y en otras comunidades autónomas como Cataluña el descenso de locales ha sido del 9,1 por ciento, según los datos aportados por el Gobierno autonómico.

En este sentido, los ocupados en este sector han aumentado en 67.900 trabajadores (un 34 por ciento) en la última década en la Comunidad de Madrid, mientras en España el crecimiento es del 21 por ciento y en otras comunidades, como Cataluña, el crecimiento se queda en el 10,5 por ciento. Además, el empleo que se genera es más estable y de mayor calidad, tal y como acreditan los datos de la última EPA.

NUEVA YORK Y TOKIO, LA COMPETENCIA

La Comunidad de Madrid aspira a competir turística y comercialmente con las principales capitales mundiales y sus regiones, que son también un referente en materia de libertad comercial total, como Nueva York o Tokio.

En este sentido, una encuesta del Instituto de Estudios Turísticos señala que 3 de cada 4 turistas nacionales llegados a la Comunidad de Madrid aprovecha su tiempo para hacer compras.

El peso del sector turístico en la región es creciente, con 10 millones de visitantes al año, turistas que aprovechan estos últimos años de numerosas Zonas de Gran Afluencia Turística donde realizar sus compras en festivos y que ahora podrán hacerlo en toda la región.

La liberalización del comercio en estas zonas ha generado numerosos puestos de trabajo. En concreto, la adopción de esta medida en 2008 en el Barrio de Sol supuso de manera inmediata la generación, sólo en las tres cadenas organizadas de textil, cerca de 650 puestos de trabajo.

Además, la liberalización comercial ha sido apoyada en repetidas ocasiones por asociaciones de consumidores. Un dato coincidente con el sondeo encargado desde la Consejería de Economía y Hacienda, según el cual tres de cada cuatro consumidores considera que los hábitos de compra han cambiado y que los horarios comerciales deben adaptarse a las necesidades de los consumidores. Además, 7 de cada 10 madrileños consultados se mostraba a favor de que la regulación posibilite una mayor libertad de apertura en domingos y festivos.

Por otra parte, la patronal representativa en sector (CEIM) ha manifestado preferir la liberalización total a la liberalización de determinados sectores, como se había planteado hasta ahora, con el fin de evitar un régimen jurídico plagado de excepciones y una mayor segmentación del mercado.