Moverse por el centro de Madrid este viernes y sábado por la tarde es misión imposible. Ambiente agobiante y no sabemos si peligroso. La policía municipal fue creando espacio de seguridad para posibles avalanchas. Los turistas, sorprendidos. La gente, en cualquier caso, disfrutó.
La llegada de numerosos turistas a Madrid y el inicio de las compras navideñas han vuelto hoy a colapsar, por segundo día consecutivo, el centro de la capital, con una inesperada afluencia de público coincidiendo con el Puente de la Constitución.
En la calle del Carmen, una de las más concurridas, las familias que buscan regalos o pasean se mezclan con quienes depositan sus esperanzas en los sorteos de la Lotería como la conocida administración de Doña Manolita, donde se puede ver una larga fila de pacientes compradores que da la vuelta a la manzana.
"Llevo cuatro horas esperando", dice Ángela, que ya ve cerca la ventanilla y que ha acudido con encargos de amigos y familiares: todos quieren jugar para que el premio, añade Ángela con ilusión, "esté bien repartido este año".
Unos metros más atrás, Rosa comenta que ha llegado hace poco más de media hora y, aunque reconoce que todavía le queda "un buen rato", se muestra convencida de que la espera merecerá la pena si consigue llevarse un décimo acabado en cinco, su número de la suerte: "Este año me toca", sonríe.
Más cerca de la Puerta del Sol, en la calle Preciados, Daniel atiende a los clientes en una tienda de ropa, y comenta que hay "gente de Madrid, de provincias y muchos turistas extranjeros" que "ya han empezado a comprar": "Las ventas van algo mejor que el año pasado -añade- y nadie quiere dejar los regalos para última hora".
La zona centro de la ciudad está tomada por locales y turistas, lo que ha provocado dificultades también en el transporte público: a las seis de la tarde, varios accesos de Metro de Madrid en Sol solo permitían la salida de viajeros, en un intento por evitar cierres por exceso de afluencia como los sufridos ayer viernes.
Precisamente la Puerta del Sol es, durante el Puente de la Constitución, el punto más concurrido, donde al habitual movimiento de la zona se suman estos días vendedores ambulantes y curiosos en torno al gran árbol de Navidad y bajo la atenta mirada de la Policía Municipal, que ha dispuesto varios vehículos en las calles aledañas.
El gentío ha desbordado además la Plaza Mayor, tradicional lugar para un mercadillo navideño en el que pueden comprarse belenes, adornos típicos de estas fechas y árboles de Navidad, lo que ha atraído a numeroso público, y donde los más pequeños han podido disfrutar de un tiovivo iluminado. EFE
