Los servicios de emergencia demuestran su potencial ante un accidente químico

Entre sirenas, gritos y trajes especiales, más de 200 efectivos de los servicios de emergencia han participado hoy en Madrid en un simulacro de accidente por escape de un gas desconocido que habría afectado a 100 personas quienes, como si de un suceso real se tratara, han sido evacuadas y descontaminadas.

El simulacro se ha desarrollado en las instalaciones del Centro Integral de Formación de Seguridad y Emergencias (CIFSE) y allí Samur-Protección, Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, Policía Municipal y el Servicio Especial de Limpieza Urgente (SELUR) han actuado de forma conjunta y coordinada para desalojar en el menor tiempo posible dicho edificio de la capital madrileña.

Al principio, minutos antes del comienzo del ensayo, jóvenes que actualmente se forman en este centro aguardaban en el salón de actos de dicha instalación a que se les asignara el papel a seguir durante el simulacro, que finalmente ha sido de víctimas.

Como en esta ocasión se ha tratado de una actuación sobre riesgo químico, no ha habido sangre, pero no han faltado ni el hospital de campaña ni el resto de elementos y protocolos habituales en este tipo de sucesos.

La tranquilidad en los aledaños del centro la han roto dos vehículos de emergencias, quienes junto con los bomberos han sido los primeros en llegar.

Después de evaluar la situación, estas patrullas inmediatamente han informado al resto de servicios de emergencia, que han acudido con premura al lugar del accidente y han activado las unidades NRBQ, empleadas en casos de riesgo nuclear, radiológico, bacteriológico o químico.

Todo ello se ha producido bajo la atenta mirada de varios evaluadores, observadores procedentes de Israel y también del nuevo concejal de Seguridad, Salud y Emergencias, Javier Barbero, quien ha valorado muy positivamente lo que estaba presenciando.

"Me da mucha tranquilidad, estoy tan convencido de que nuestros servicios de protección, seguridad y salud van a responder que me da una enorme tranquilidad", ha manifestado Barbero a los medios durante el simulacro. Unos metros más abajo del concejal, la actividad continuaba frenética pero ordenada.

Mientras los bomberos del Ayuntamiento y los médicos del Samur accedían al edificio para evaluar a los afectados y comenzar con las evacuaciones, otros efectivos terminaban de montar los diferentes túneles y estaciones de descontaminación necesarias en situaciones de riesgo químico.

Poco a poco, las víctimas han comenzado a abandonar el edificio vestidas con un traje naranja y en todo momento supervisadas y acompañadas por los miembros del dispositivo, perfectamente protegidos.

Una vez superada la descontaminación, que en los casos más graves se ha tenido que desarrollar con la víctima aún tumbada en la camilla, los afectados han acudido en goteo al hospital de campaña para recibir otra evaluación.

Por su parte, las víctimas en estado más grave han sido evacuadas, una vez estabilizadas y descontaminadas, a los hospitales Clínico y Central de la Defensa Gómez Ulla, dos centros que también han querido constatar su capacidad de respuesta ante una situación de este tipo.

El simulacro de hoy responde a una situación especialmente compleja, debido al gran número de víctimas, cien personas, lo que ha elevado el nivel de dificultad con respecto a las prácticas que realizan los servicios de emergencia normalmente.

En este sentido, Barbero ha destacado la fuerte coordinación entre todos los cuerpos implicados, que ha sido la base del éxito del simulacro, en el que tampoco han faltado los gritos de los mandos a sus subordinados si algo no estaba saliendo del todo bien.

"Los bomberos necesitan al Samur; el Samur necesita a la Policía; todo es complementario y para que puedan funcionar de manera sinérgica tiene que haber experiencias como este simulacro donde cada uno va sumando", ha manifestado el concejal. "Nuestra gente funciona", ha concluido.