Los jardines de Torre Arias se abren al público este jueves con visitas guiadas

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Puerta a los Jardines |Archivo

Los jardines de Torre Arias, en el distrito de San Blas-Canillejas, se abrirán al público desde este jueves de la mano de visitas guiadas organizadas por el Ayuntamiento de Madrid. Las visitas -los jueves de 16 a 18 y los domingos de 11 a 13 horas- se abrirán a grupos de un máximo de 25 personas, estarán guiada por educadores ambientales y serán gratuitas.

Es necesario inscribirse y reservar plaza en el teléfono 91 639 78 69 de lunes a viernes de 10 a 13 o a través del correo electrónico paa@talher.com.

Se sigue trabajando en esta finca después de meses de acondicionamiento "para que alcance el nivel calidad que tienen todos los parques históricos" de la capital, como explicó semanas atrás la alcaldesa, Ana Botella. La finca de Torre Arias tiene 17 hectáreas de superficie donde destacan sus jardines, que tienen hasta 51 especies diferentes de árboles.

De hecho, hay algunos ejemplares excepcionales, como una encina de más de 300 años, algunos almendros y muchos ejemplares de pinos y cedros. Hasta el momento se han invertido 256.000 euros procedentes de las arcas municipales.

Se han realizado trabajos de limpieza y desbroce del jardín y se han eliminado todos los elementos vegetales abatidos y secos: se han hecho desbroces, podas en altura, aclareos y eliminación de residuos forestales proclives al incendio.

Asimismo, se ha trabajado en el acondicionamiento de las infraestructuras hidráulicas y en la puesta en funcionamiento del sistema de riego tradicional del jardín, al tiempo que se ha acondicionado las dependencias para el personal municipal de mantenimiento y se le ha dotado de la maquinaria adecuada para la realización de las labores ordinarias de conservación.

Torre Arias es una finca de 17 hectáreas de superficie que ha pertenecido a la aristocracia madrileña desde 1600. Se encuentra en la calle Alcalá, en el distrito de San Blas-Canillejas. Su última propietaria, Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno firmó el 15 de julio de 1986 un convenio mediante el cual donaba la finca al Ayuntamiento de Madrid.

A su fallecimiento, la totalidad del ámbito ha pasado a ser de propiedad municipal en cumplimiento de su última voluntad.