Los aficionados al botellón han decidido buscarse sitios más protegidos y seguir con su fiesta

A primera hora de la noche se empezaron a formar corrillos de jóvenes haciendo botellón en la universitaria. Pero el despliegue policial fue contundente, la estatua protegida y precintada.

Los agentes dispersaron a los chavales pese a las protestas de muchos de ellos. La Ciudad Universitaria quedó desierta, ni rastro de botellón.

Fuimos hasta allí a las tres de la mañana y así seguía. Calma total. Pero dando vueltas por la zona encontramos a algunos resistentes junto al Hospital Clínico.

Los aficionados al botellón han decidido buscarse sitios más protegidos y seguir con su fiesta