Los “Veranos de la Villa” duplicarán sus espacios hasta 60 en un festival que durará 66 días

Veranos de la Villa desembarca una vez más en Madrid en una edición que busca ampliar el "imaginario" sobre los espacios culturales duplicando hasta 60 los escenarios en un festival que durará 66 días y que pretende llegar a públicos hasta ahora ajenos a sus propuestas, como jóvenes y mayores. El Pardo, el pórtico del Cementerio de la Almudena o la Quinta de Torre Arias son algunos de los nuevos lugares en los que desembarcará Veranos de la Villa, que con un presupuesto de 1,8 millones ofrecerá un 80 % de sus actividades gratis, mientras que las de pago tendrán un precio máximo de 15 euros.

El festival, cuya programación se ha presentado hoy, arrancará el 30 de junio retransmitiendo la representación en directo de Madame Butterfly desde el Teatro Real a 21 distritos y propone un programa "muy bello", en palabras de la alcaldesa Manuela Carmena, que continúa llevando la cultura a la periferia.

Un programa de "calidad", "proximidad" e "innovación" que atiende además al acervo cultural de Madrid y que incluye actividades como seguir las Perseidas desde el Tierno Galván, música mientras se descansa en un saco en la Nave Boeticcher de Villaverde ("Sleep, de Max Richter), el clásico Carmina Burana sonando en la Plaza Mayor o un homenaje a Camarón cuando se cumplen 25 años de su muerte.

Se buscará "ensalzar lugares que no tenían una presencia" tras dialogar con los distritos sobre qué espacios "rescatar", como ha explicado hoy su directora artística Maral Kekejian, que pretende lograr un "maridaje" entre contenido y espacio; como ejemplo la música vocal antigua de Stile Antico en el cementerio de la Almudena o la soprano Raquel Andueza en El Capricho.

Los Veranos buscan además movilizar a grupos de población "que normalmente no se sienten identificados" como los mayores o los más jóvenes. Así, se recuperarán juegos tradicionales como la calva, la petanca la rana o la comba (29 de agosto) al tiempo que se mezclará música con deportes como el parkour, acrobacias (25 de agosto) o el slackline (equilibrios sobre una cinta elástica) (4 de agosto).

La danza también tomará la calle y las plazas en uno de los capítulos más lúdicos del festival que propone una noche de salsa el 20 de julio, clases colectivas de swing y bailes de salón el 6 de agosto o una milonga en el Parque Berlín el 16 de agosto. Y en el verano madrileño volverán a tener protagonismo las piscinas con Madrid Suena, que además de jazz electrónica y house contará con "Ambphi", una obra subacuática creada para esta ocasión por Damian Schwart; el agua inspira también la danza de Chevi Muraday que propone "Sumérgete" (19 agosto).

En el capítulo internacional, destaca la presencia de México, donde Madrid será la ciudad invitada en su Feria del Libro de Guadalajara; en la capital española actuarán Siddharta, Porter, el Instituo Mexicano del Sonido y Carla Morrison. Además, a Veranos de la Villa acudirá el coreográfo griego Dimistris Papaionnou, la cantante peruana Susana Baca, el fado portugués de Antonio Zambujo o los sudafricanos The Mohotella Queens.

También habrá espacio para el flamenco, con el homenaje a Camarón, la experimentación de la cantaora Rosalía (23 de julio) y el encuentro de El Pele y Pedro El Granaíno (27 de julio), para el folk: el de Bitchin Bajas & Bonnie "Prince Billy" (18 de julio), el del italiano Alessandro Sciarrioni (22 y 23 de agosto) o para la electrónica post-punk del islandés Valgeir Sigurosson.

Además, Madrid acogerá de nuevo un torneo de rugby, veladas de circo, noches de títeres, poesía, o una zarzuela 'embrujada'. El 30 de agosto Christina Rosenvinge pondrá el broche musical a un festival que se clausurará con la proyección el 1 de septiembre de una película colectiva que, junto a dibujos, acompañará a las actividades de los Veranos y que también rodarán los ciudadanos y con fuegos artificiales en el Tierno Galván el día 3.

Todo ello con un sentido: "transmitir y gozar" una "cosa maravillosa", las noches de la capital, según ha destacado hoy Manuela Carmena, para quien Madrid es "una ciudad de barrios" donde la cultura va más allá de su núcleo gracias a una "división por esporas".