Las patrullas de Policía comunitaria se estrenan en Lavapiés a pie y en bici

  • Barbero apuesta por la "mediación policial" y el arraigo como proyecto piloto para el barrio
  • Habrá patrullas a pie y en bici que buscarán involucrar a la población en la autoprotección

Patrullas a pie y en bici "con agentes con arraigo en el barrio", apuesta por la mediación policial, involucrar a la población en la autoprotección, mediación policial, foco en la convivencia y superar el modelo "clásico reactivo" son algunas de las claves del modelo de policía comunitaria que echa a andar como proyecto piloto en Lavapiés. Serán ocho los agentes que formarán esta policía comunitaria del barrio de Embajadores, con puntos en común como "arraigo en el barrio, motivación y capacidad de involucrarse en el proyecto".

Pueden presentarse voluntarios de todas las comisarías aunque lo ideal es que fueran de Centro porque ya conocen el entorno.

Patrullarán a pie o en bicicleta porque es la mejor forma de apreciar el barrio y sus problemas, además de la vía adecuada para estar en contacto con los vecinos.

La fase de formación se extenderá hasta diciembre y desde enero se implantará este equipo de policías comunitarios en Embajadores. El delegado de Salud, Seguridad y Emergencias de Madrid, Javier Barbero, ha informado de que echará a andar con un equipo inicial de ocho agentes, "lo que no significa que el resto de efectivos no siga con ese criterio de fondo de policía comunitaria" ya que la perspectiva es global para toda la unidad integral del distrito. Es por eso que no cree que tenga que haber una distinción en el formato del uniforme.

Barbero ha anunciado este martes la puesta en marcha de un modelo piloto de policía comunitaria para Embajadores, concretamente en Lavapiés, que pone el acento en la diversidad como fortaleza teniendo en cuenta que más del 50 por ciento de las intervenciones de este Cuerpo tienen que ver con la convivencia.

"EVITAR LA ESTIGMATIZACION DE LO DIFERENTE"

El director general de la Policía Municipal, Andrés Serrano, ha expuesto que el modelo comunitario está "en estrecho contacto con los vecinos y el tejido asociativo", con agentes que deben conocer y comprender "la sociedad diversa para evitar la estigmatización de lo diferente". Un punto esencial de la policía comunitaria pasa por "involucrar a la población en la autoprotección, sobre todo de los elementos más vulnerables".

Esos sectores vulnerables son mujeres potenciales víctimas de violencia de género, ancianos que sean objetivo de estafadores o que puedan sufrir malos tratos en residencias o en el entorno familiar, niños víctimas de acoso escolar o abusos e inmigrantes. Siguiendo el modelo de los agentes tutores, la autoprotección se aplicará a través de charlas y cursos donde mostrarán a estos sectores cómo autoprotegerse ante una posible estafa, por ejemplo.

Serrano ha explicado que este piloto trata de "reducir la sensación de inseguridad y miedo no con un modelo clásico de policía reactiva", que actúa a demanda del ciudadano, sino que se basa en la anticipación empleando como herramienta la mediación policial. Pivota sobre un enfoque en el "no se puede dejar de detener al delincuente" sino que se avanza hacia la atención a la potencial víctima y al entorno social y ambiental que ha generado el conflicto para "atajarlo de raíz".

HOLANDA, ALEMANIA, INGLATERRA, EE.UU.

"No vamos a inventar la rueda, esto no va a ser un experimento", ha lanzado el director del Instituto Internacional de Innovación en Organización y Desarrollo Social (Indos), Miguel Angel Gandarillas. Y es que se trata de la adaptación a Centro de un modelo de policía comunitaria exitoso en países como Holanda, Inglaterra, Alemania o Estados Unidos, además de ser recomendado por organismos como la ONU y la OSCE, especialmente en prevención del terrorismo y en mejora de la convivencia.

Avanzarán en los "métodos de coordinación institucional de colaboración público-privado, de participación ciudadana", con el objetivo de ser "vanguardia internacional", ha apostillado Gandarillas. "Es un reto", ha reconocido. En esta primera fase también se constituirá una comisión institucional a la que se invitará a los partidos con representación en el Ayuntamiento y a Delegación de Gobierno.

DELEGACION DE GOBIERNO

Javier Barbero ha indicado sobre Delegación de Gobierno que siguen y seguirán colaborando con ellos aunque ha matizado que el actual "es un momento político especial", con las elecciones en unas semanas. Con el próximo gobierno --es "deseable" el cambio, ha manifestado el delegado-- se sentarán y les presentarán este trabajo.

"Es un policía con el barrio, cuando el clásico es un policía en el barrio", ha matizado el director de Indos. Se trata, en palabras de Andrés Serrano de "superar una burocratización o lentitud para ser más flexibles e innovadores", donde lo importante no es transmitir a la ciudadanía el número de actuaciones que realizan al mes, por ejemplo, sino aumentar la sensación de seguridad y la calidad de vida, en definitiva, que "los vecinos puedan pasear tranquilos sin ser víctimas de un delito".

Los vecinos podrán ser proactivos presentando sus propuestas en buzones de sugerencias y reclamaciones, además de en las oficinas de atención al ciudadano móviles y fijas. Con este modelo además se facilita la fiscalización democrática del Cuerpo por parte de los vecinos, en palabras del director general de la Policía Municipal, y a corto y medio plazo se conseguirá "un mejor aprecio, una mejor imagen y más confianza de los vecinos".

LAVAPIES ES SEGURO

El concejal-presidente de Centro, Jorge García-Castaño, ha destacado que el distrito "tiene poca tasa de delitos graves, sí de delitos menores que generan algunos problemas de convivencia". "Soy vecino de Lavapiés y no se hace un favor al barrio pintando el contexto apocalíptico que algunos actores políticos o medios quieren pintar. Tiene problemas de convivencia pero es un barrio seguro", ha defendido.

El edil ha remarcado en esta línea que Lavapiés y Chueca son los puntos donde más creció el precio de la vivienda en 2015, lo que puede servir de indicador de seguridad.

Lavapiés es el lugar idóneo para poner en marcha esta experiencia piloto, que podría extenderse a otros puntos de la ciudad, por la fortaleza de los tejidos sociales, vecinales y comerciales, unido al arraigo en el barrio del trabajo comunitario. "Lo tenemos todo para ser un barrio innovador donde implantar un modelo así", ha resumido.

En cuanto a de dónde saldrán esos ocho agentes, García Castaño ha indicado que los números salen si se tiene en cuenta, por ejemplo, que los concejales han renunciado a la escolta.