La iglesia de San Antón acoge la bendición de animales y las tradicionales "vueltas"

Decenas de perros, algunos de ellos con la familia al completo, gatos y una cobaya han sido los animales más madrugadores que han acudido con sus dueños a hacer cola a la madrileña iglesia de San Antón para recibir la bendición de su patrón en su fiesta grande e incluso agradecerle algún "milagro". "Estaba enferma y San Antón la ha curado", ha contado muy agradecida Pilar, la "abuela" de Molly, una cobaya de cinco años que ha sido el animal más exótico en acudir al templo esta mañana. "Es un milagro, estaba muy grave", asegura.

Pilar, que ha ido en representación de su hija, la dueña de la cobaya, tiene la intención de volver todos los años con Molly mientras ésta "siga viva". En su caso, era la primera vez que iba al templo a recibir la bendición del santo. También se ha estrenado hoy Terry, un perro de dos años, aunque su dueño, Carbonell, es un habitual ya que en otras ocasiones ha llevado a San Antón gatos, peces, pájaros e incluso serpientes. "Hasta ahora no me ha ido mal", señala este amante de los animales, que tiene la costumbre de acudir una sola vez con cada mascota a modo de "bautismo".

El padre Ángel, fundador de la ONG Mensajeros de la Paz y párroco de San Antón, ha iniciado las bendiciones a las 9 de la mañana desde una de las puertas del templo, abierto las 24 horas del día para acoger a las personas sin hogar. "Los animales son criaturas de Dios (...) Cuando se mueran tendrán también un lugar especial, sin duda alguna", ha declarado.

El año pasado los sacerdotes del templo bendijeron a más de 13.000 animales siguiendo así una costumbre "muy antigua" que tiene lugar el día de San Antón no sólo a los pies de la calle sino también en el interior de la iglesia, durante las misas. "Yo te bendigo en el nombre del padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Y a tu dueño también", ha sido la fórmula repetida por el padre Ángel, que ha preguntado el nombre de todos los animales y se ha animado a acariciar a algunos de ellos.

A continuación, los dueños han recibido como obsequio una estampa de San Antón de parte de uno de los ayudantes del sacerdote convertido en fotógrafo ante las continuas peticiones de los fieles para inmortalizar el momento a través de sus teléfonos móviles.

La mayoría de los animales que han hecho cola sobre la alfombra roja junto a sus dueños eran perros, aunque también se han pasado por allí gatos como Lucía. "Su hijo se murió el pasado día 2", comenta su dueña, muy apenada, que le he pedido al santo salud. Algunos animales han rendido honores al santo con su familia al completo, como Kitty, una perra que ha recibido la bendición acompañada de sus hijos, Messi y Leonor, de dos años. "Se llaman como el futbolista y como la princesa", indica divertida su dueña, que los ha llevado dentro de un carro de bebé "para que no se

manchen" por la calle.

El frío y los nervios han hecho a temblar a algunos animales, pero otros parecían encantados como Ringo, un perro de siete años que no ha parado de ladrar de "alegría", según su dueña, una vecina del barrio que no descarta que su mascota vuelva a recibir la bendición por la tarde. "Hay gente en casa, alguien lo volverá a traer", dice.

Y es que por la tarde es cuando suele haber más trasiego de animales y para cuando se espera la llegada de algunos habituales, como los perros de la ONCE y los de la Policía Nacional, que trabajarán a pesar de que para ellos es su día de fiesta. Una procesión alrededor del templo y una misa solemne presidida por el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, cerrarán esta tarde los festejos de San Antón hasta el próximo año.

Entonces, muchos ciudadanos cumplirán con otra de las tradiciones del día: comprar los famosos panes de San Antón y llevar al santo una ofrenda en agradecimiento por haber cumplido sus deseos del año anterior, depositados bajo el dulce en forma de moneda.