La fiscal rebaja a 2 años de cárcel su petición para un vigilante acusado de dar una paliza a un joven

  • Ocurrió hace 10 años en el aparcamiento de la estación El Pinar de Las Rozas
  • La acusación afirma que tuvo "participación directa" en la brutal agresión

El testimonio de un joven que hace 10 años recibió una brutal paliza en los andenes de la estación El Pinar de Las Rozas ha sembrado en el juicio dudas en la autoría del vigilante de seguridad que se sienta en el banquillo de los acusados al no identificarle y no coincidir la descripción física que ha dado de la persona que le golpeó violentamente con una defensa en piernas y testículos. "¿Reconoce usted a la persona que se sienta tras usted?", le ha preguntado la fiscal, a lo que la víctima, Daniel, ha contestado: "No sabría decirle". A pocos metros, le escuchaba Manuel I. G., quien afronta al principio una pena de cárcel de siete años de prisión por un delito de lesiones. En la fase final, la fiscal ha rebajado a dos años de cárcel su petición de pena, sin retirar la acusación ya que ve "indicios leves".

El caso se remonta a septiembre de 2007. Los hechos se archivaron a los cinco años tras no haber autor conocido. Entonces, la familia del agredido se personó e impulsó que se reabriera la causa al dar el nombre del vigilante que le habría agredido hasta tal punto de dejarle infertil. En esa época, el acusado tenía 25 años. Era uno de los vigilantes más jóvenes del grupo, una de las circunstancias que llevó a la víctima pensar que él pudo ser el autor de la agresión.

En su declaración, el acusado ha relatado que ese día alrededor de las 23.45 horas una marabunta de jóvenes salió del vagón dado que era el último tren que llegaba a Las Rozas, municipio que en aquellas fechas celebraba sus fiestas. Sin conocer el motivo, se montó un bullicio y fue en ayuda de sus compañeros. "Los chicos salieron y empezaron a coger extintores, llenando todo de polvo. Dimos alcance a uno y le retuvimos. Los jóvenes lanzaron piedras y adoquines a un compañero, que le rompieron el brazo. Yo di un disparó al aire, pero pensaron que era de fogueo y siguieron lanzando piedras", ha narrado.

Ante el peligro de la situación, los vigilantes se refugiaron dentro de un vagón, con el chico retenido. Según el acusado, las piedras que lanzaron los chavales le impactaron a la víctima en "la zona de la pelvis". "Yo no vi a nadie pegarle. Pude sacar la defensa unos segundos pero no le pegué", ha insistido.

La víctima ha relatado que los vigilantes le interceptaron, sin que él estuviera montando follón. "Noté un golpe por detrás y caí. Una persona rubia me pegó y me agredió con una defensa en el cuerpo y en los testículos. No podía moverme por las lesiones. Me arrastraron hacia dentro del vagón", ha contado el chico, quien ha manifestando que los jóvenes solo lanzaron palos y no piedras como sostiene el acusado.

Sin embargo, varios amigos de la víctima han narrado que sí se lanzaron piedras contra los vigilantes, quienes se tuvieron que refugiar en un vagón. De hecho, varios de los vigilantes resultaron heridos con brechas y otro tipo de lesiones, teniendo que acudir tras los hechos al hospital.

HECHOS JUZGADOS

Según el fiscal, se encontraba sobre las 23:45 horas del 28 de septiembre de 2007 en la estación de tren de Pinar de las Rozas realizando funciones de vigilante de seguridad de las empresa Segur Ibérica S. A. "Por motivos que se desconocen", señala la Fiscalía en su escrito de acusación, se inició un incidente entre varios jóvenes en el interior de un vagón, motivo por el que el acusado acudió para ver qué ocurría.

Fue entonces cuando vio bajarse del tren a un joven y, "sin más", empezó a perseguirle. Una vez reducido y "actuando con la intención de menoscabar su integridad física", le golpeó "violentamente" con una defensa que portaba en las piernas y testículos. A consecuencia de los golpes el joven sufrió una contusión testicular y una herida en la pierna derecha.