La Comunidad de Madrid inicia la mayor reforestación tras el incendio de la Sierra Oeste

  • Cumple con uno de sus primeros compromisos anunciados en la Investidura
  • La primera fase de limpieza, la más urgente e inminente, se realizará en un plazo máximo de seis meses

El presidente regional, Ignacio González, visitó hoy la zona afectada por el grave incendio que el pasado agosto arrasó 1.546 hectáreas de Robledo de Chavela, Valdemaqueda y Santa María de la Alameda.

González comprobó el inicio de los primeros trabajos de limpieza del monte, en el que va a ser el mayor Plan de Reforestación de la historia de la Comunidad de Madrid tras un incendio.

El Gobierno regional se ha marcado como objetivo devolver a su estado natural esta zona de gran valor medioambiental de la Sierra Oeste. Con el comienzo de esta reforestación, Ignacio González cumple con uno de sus primeros compromisos anunciados en su Investidura.

“Este Gobierno tiene un compromiso con el patrimonio natural de la Comunidad de Madrid para que todos los madrileños y las generaciones futuras puedan disfrutar de la naturaleza. Por eso es tan importante para nosotros recuperar esta zona y por eso es tan importante que evitemos un desastre natural como el que aquí se produjo”, aseguró González.

El presupuesto inicial para esta actuación de recuperación integral es de 1,5 millones de euros, en los que se incluirá una aportación del Ministerio de Alimentación, Agricultura y Medio Ambiente de hasta 713.000 euros.

Además, esta actuación contará con la participación de los particulares propietarios de las fincas privadas afectadas.

LIMPIEZA Y REGENERACIÓN NATURAL DE LA ZONA

González, que estuvo acompañado por el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Borja Sarasola, explicó que tras realizar el inventario de los daños, ahora da comienzo la primera fase, la más urgente, de limpieza y retirada de los árboles y restos vegetales quemados. El objetivo es tratar de salvar en la mayor medida posible el suelo y la cubierta vegetal –muy frágil tras un incendio-, previniendo la erosión ahora que empieza la época de lluvias otoñales, y poder garantizar que queda en el mejor estado que permita la regeneración natural de la zona.

Así, con el fin de proteger y minimizar la pérdida de suelo vegetal a consecuencia de las lluvias, los árboles quemados retirados se aprovecharán para la construcción de fajinas y barreras naturales a modo de contenciones del terreno. De esta forma además se evitarán los arrastres de cenizas y restos quemados hacia los cauces de los ríos de la zona.

Esta primera fase de limpieza se prolongará durante un plazo máximo de seis meses. Una vez retirados todos los restos quemados se pasará a la restauración propiamente dicha de la zona. Así, se esperará hasta la primavera para comprobar qué tipo de regeneración natural se produce en la zona y, en función de eso, programar ya la segunda fase según la capacidad de recuperación del terreno.

La regeneración natural de la vegetación puede llegar a ser muy importante en el caso de ciertas especies, sobre todo después de haber sido eliminados los árboles quemados y allí donde la acción del fuego no haya durado mucho tiempo.

Allí donde no sea posible la regeneración natural, se procederá a la reforestación o plantado artificial a partir del próximo otoño. La reforestación se acometerá con especies vegetales autóctonas, propias del bosque mediterráneo y de esta zona de la Sierra Oeste (roble, alcornoque, fresno, quejigo y, en menor medida, pino), y empleando técnicas de bajo impacto como el ahoyado manual o mecanizado con pequeña maquinaria.

El objetivo final es lograr una masa forestal que favorezca la biodiversidad y multifuncionalidad propias del monte mediterráneo original, respetando la vegetación natural que haya sobrevivido al incendio y a la regenerada tras las llamas.

Además de la reforestación propiamente dicha, está previsto acometer actuaciones para restaurar la biodiversidad, de forma que se mejorará el hábitat de la fauna salvaje mediante la construcción de charcas para que sirva de refugio a los anfibios y reptiles de la zona, así como la construcción de refugios para las pequeñas aves existentes.

COLABORACIÓN CON LOS AYUNTAMIENTOS

De las 1.546 hectáreas quemadas en el que ha sido uno de los incendios más devastadores de las últimas décadas, 1.296 corresponden a superficie arbolada. El Ejecutivo se va a volcar en la recuperación de la zona afectada por el incendio para restaurar completamente este área tan valioso de la Sierra Oeste incluido dentro de la Zona Especial de Conservación (ZEC) del Espacio Protegido Red Natura 2000 de las Cuencas y Encinares de los ríos Alberche y Cofio.

En este sentido, la Comunidad garantizará la conservación de los altos valores naturales de esta zona. Además, el Gobierno trabajará de manera coordinada con los tres Ayuntamientos afectados, así como los propietarios particulares que vieron cómo sus terrenos ardían el pasado agosto.