La banda de aluniceros, dirigida por El Goyito, atracaba varias veces los mismos comercios

  • Habían diversificado su actuaciones y robaban véhiculos que luego revendían

La última banda de alucineros detenida en Madrid, atracaba los mismos comercios varias veces. Una particular forma de actuar que alternaban con el tráfico ilegal de vehículos. "El Goyito", desde la cárcel de Estremera, dirigía estos golpes.

Era la banda de aluniceros más activa y había decidido diversificarse. No solo se dedicaban al robo en establecimientos, que atracaban varias veces, sino que ahora había optado por especializarse en el tráfico ilicito de vehículos.

Las imágenes grabadas por las camaras de seguridad permiten ver su forma de actuación. Aquí les vemos repartirse. Cada uno va a por un coche. Es el robo en un concesionario de Majadahonda. No dudan en derribar la valla exterior, mientras otro coche fuera vigila.

"No reparaban en gastos ni en daños para cometer sus acciones", asegura la Policía. Además el siguiente grupo derriba la segunda valla.

Unos coches que no solo querían para alunizar. También para venderlos. "Era otra forma de conseguir beneficios, ante la caida de los botines que obtenian en los robos a establecimientos", sostiene Javier Prieto, jefe del Grupo XXI de la Policía Nacional en Madrid. Optaron por el robo de vehículos para su posterior venta.

El lider de la banda era un conocido delincuente El Goyito, en la carcel desde julio, que lideraba el grupo desde la cárcel gracias a un móvil introducido allí ilegalmente. En esa operación en la que se le atrapó, la Policía no detuvo a este hombre: "El Albertito".

La banda se reestructuró, pero Albertito no conseguía suficientes beneficios y no era capaz de liderarla. Por eso, el Goyito buscó a un nuevo cabecilla, "El Samuelillo", un delincuente con carisma y violento, capaz de realizar un secuestro. "Tenía antecedentes por delitos violentos y que no dudaba en utilizar métodos coercitivos para que la acciones se llevaran a cabo".

De todos modos, "El Samuelillo" y sus compinches no eran tan buenos como sus antecesores. Les gustaba repetir en comercios, como esta tienda deportes, donde entraron dos veces, pero en la segunda no se llevaron nada. Un mecanismo de humo sorprendió su intrusión haciendo que no vieran nada.

En una tienda de telefonía movil llegaron a protagonizar tres golpes. Incluso han llegado a robar más de una vez el mismo coche en la calle. Ahora mismo según fuentes policiales solo queda una banda de aluniceros de relevancia activa en la región.