Jefa policial del Arena: "Nuestra misión no era impedir un botellón a 50 metros"

  • El Subdirector del Samur no sabía de la celebración del evento del Madrid Arena
  • La defensa de Monteagudo pide deducir falso testimonio a jefa policial del Arena

La jefa del dispositivo policial del Madrid Arena, Cándida Jiménez, ha señalado en el juicio que una de sus misiones era la de impedir que se celebrara un botellón junto a la puerta de entrada del pabellón, pero "no a 50 o 70 metros" del mismo, en alusión al macrobotellón que se celebró en el Lago.

Jiménez, jefa del distrito de Moncloa-Aravaca y responsable del operativo desplegado aquella noche en el recinto, ha sido la última de los testigos en declarar en la sesión de hoy de la vista oral que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid. Ha explicado que su misión en el recinto era situarse junto a las puertas de entrada del pabellón para evitar las aglomeraciones de personas, impedir la venta ambulante así como que la gente no hiciera botellón delante de ellos.

Pero ha precisado: "Si lo hacían a 50 o 70 metros de la zona donde estábamos no podíamos dejar la puerta libre". Ha explicado que el dispositivo policial estuvo compuesto por once agentes y un cabo, como así establece un nivel medio, pese a que el exjefe de la Policía Municipal Emilio Monteagudo afirmó en el juicio que el nivel fue elevado a alto y, por tanto, había, 18 policías.

Ahora bien, Jiménez ha destacado que otras veces la Policía ha montado operativo con hasta 80 agentes para eventos de estas características.

Jiménez ha dicho que fue informada esa misma mañana por el subinspector Emilio García Corral de que debía asumir el equipo para una fiesta que se celebraba aquella noche en el Madrid Arena, lo que le sorprendió puesto que normalmente los dispositivos en este pabellón los montaban Medio Ambiente o Unidades Centrales de Seguridad (UCE).

"Me dice el subinspector: búscate la vida, lo tienes que montar tu", ha señalado Jiménez, que le respondió que tan solo disponía de cinco patrullas con nueve personas en total como equipo de guardia para esa noche, aunque dedicadas al distrito de Moncloa-Aravaca, no para el Arena. A ello había que sumar un grupo de seis policías que estaban en esa época haciendo horas extraordinarias para formarse sobre cómo actuar ante un botellón.

Sin embargo, la agente ha defendido que para cubrir un servicio especial no se podía realizar con personal del distrito sino que había que aportar personal extra. "Entiendo que eso no se puede montar así, pese a que me dice que que me va a mandar dos patrullas del distrito centro", ha señalado Jiménez que tuvo que desplazar sus patrullas del servicio ordinario del distrito al recinto para configurar el dispositivo.

SUBDIRECTOR DEL SAMUR

Ervigio Corral, que era subdirector de Samur-Protección Civil cuando sucedió la tragedia del Madrid Arena, ha asegurado hoy en el juicio que se enteró de la celebración del evento por los medios de comunicación ya que nadie se lo comunicó de manera oficial. "No tuvimos conocimiento oficial, nunca nos lo comunicaron", ha señalado Corral en su declaración como testigo en la vista oral que se celebra estos días en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid.

Ahora bien, ha destacado que Samur situó dos unidades cercanas al pabellón "de manera preventiva" en Puerta del Ángel, ya que sí que tuvieron "conocimiento del evento de manera extraoficial" por los medios de comunicación. Eso permitió que los tiempos de respuesta fueran cortos cuando sucedieron los hechos, ha subrayado.

La primera llamada a los servicios de emergencias la hizo una chica a las 03.59 horas -unos 20 minutos después de que se produjera la avalancha mortal- y el Samur tardó en llegar entre 3 y cuatro minutos. Dicho equipo atendió a María Teresa Alonso, que estaba en parada cardíaca aunque lograron revertir la situación.En el otro lado del pabellón, alrededor de las 04.06 horas, otro equipo del Samur llegó para atender a Belén Lagndon que estaba también en parada cardíaca, y que había sido atendida previamente por un policía municipal, ha manifestado Corral.

Ha añadido que sobre las 04.15 llegó un nuevo equipo, pero un vigilante les comunicó: "No vayáis, porque en el botiquín tenemos niñas enfermas". "Había tres paradas cardíacas más", ha precisado. Sí que pudo hablar con el responsable médico del evento, el ex concejal del PP Simón Viñals, pero ha afirmado que no le informó de la situación con las chicas.

En su comparecencia, Viñals descargó toda la responsabilidad en los servicios médicos del Samur, a los cuales atacó y acusó en reiteradas ocasiones por, en su opinión, no haber continuado con las maniobras de reanimación que ellos practicaron previamente.

LA DEFENSA DE MONTEAGUDO PIDE DEDUCIR FALSO TESTIMONIO A JEFA POLICIAL DEL ARENA

La defensa del exjefe de la Policía Municipal Emilio Monteagudo ha pedido al tribunal que enjuicia la tragedia del Madrid Arena que deduzca falso testimonio a la jefa del dispositivo policial del Madrid Arena, Cándida Jiménez, por mentir al afirmar que no tenía capacidad de mando para solicitar refuerzos. Ha sido en el momento en el que el letrado Salvador Díaz estaba interrogando a la testigo durante la vista oral que se celebra estos días en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid.

En respuesta a una pregunta del abogado de Monteagudo, Jiménez ha señalado que no tenía capacidad para solicitar las Unidades Centrales de Seguridad (UCS), es decir, para pedir refuerzos.

Inmediatamente, el letrado ha señalado que en virtud del artículo 458 del Código Penal, solicita que se deduzca falso testimonio a la testigo por mentir bajo juramento, al aludir a que en virtud de la instrucción 4/2008 la jefa policial sí tenía capacidad para solicitar esas unidades. De hecho, Monteagudo recordó en su declaración como acusado que existía un turno de refuerzo que Jiménez podía haber solicitado por emisora y que ella no lo hizo, pese a que estaba capacitada.

No obstante, la presidenta del tribunal, María Luisa Aparicio, ha dicho que no consideraba oportuno deducir en ese momento falso testimonio a la testigo puesto que sino los juicios no avanzarían nunca, pero le ha invitado a denunciarlo al margen de la vista oral.

"Si cada vez que un testigo declara hay matices o cierta contradicción con lo que aparece en un documento, deducimos testimonio por falso, los juzgados nos dedicaríamos a otra cosa", ha explicado la magistrada al abogado defensor. Pero le dicho: "Usted es muy libre a ir donde quiera y denunciar lo que quiera".

UNA DE LAS FALLECIDAS DEL MADRID ARENA FUE ATENDIDA EN EL SUELO DE ENFERMERÍA

Mercedes Elizondo, que era la supervisora de guardia del Samur en la tragedia del Madrid Arena, ha dicho hoy en el juicio que cuando llegó a la enfermería del pabellón la joven Rocío Oña estaba siendo atendida en el suelo, en una esquina. "Ella estaba en el suelo, en una esquina al fondo", ha señalado Elizondo en su declaración como testigo en la vista oral que se celebra estos días en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid.

Elizondo atendió a Rocio Oña nada más llegar a la enfermería del Madrid Arena, alrededor de las 04.15 horas. "Había tres personas, pero yo me ocupo nada más de una, de Rocío". "Estaba en el suelo", ha explicado la testigo, que cree que no se la practicó ninguna desfibrilación antes de que ella la atendiera.

Ha afirmado que fue ella la que inyectó adrenalina a la joven, al contrario de lo manifestado por el doctor Simon Viñals, que aseguró en su declaración como acusado que lo hizo él nada más hacerse cargo de la chica.