González y Botella celebran los 50 años de "éxito colectivo" de La Paz

  • Centro de referencia científica y asistencial y un modelo para tratar cualquier dolencia compleja

El Hospital La Paz de Madrid echó a andar en julio de 1964 y en su primer año atendió a 21.600 pacientes; medio siglo después, gestiona 9 millones de análisis clínicos anuales y es referencia nacional en 19 patologías, un "éxito colectivo" que hoy han celebrado el presidente de la Comunidad y la alcaldesa de Madrid, Ignacio González y Ana Botella.González ha presidido el acto de aniversario del medio siglo de La Paz acompañado por el consejero de Sanidad, Javier Rodríguez; el director gerente de La Paz, Rafael Pérez Santamarina, el rector de la Universidad Autónoma de Madrid, Jose María Sanz Martínez, y los exministros de Sanidad Enrique Sánchez de León y Julián García Vargas, entre otros responsables y excargos sanitarios.

En el acto, ha destacado la evolución del hoy hospital universitario, "referencia" desde su inauguración para el conjunto de España y cuyos avances científicos ha resumido en tres hitos: fue el primer del mundo en realizar una sustitución de aorta torácica y el primero de España en implantar un corazón artificial a un niño y en acometer un trasplante hepático infantil.

Los 235.000 metros cuadrados de la actual ciudad sanitaria de La Paz multiplican los 30.000 con que se abrió el centro hace cincuenta años, y las 9.000 intervenciones quirúrgicas y 4.000 partos anuales iniciales han pasado hoy a un millón de consultas, 210.000 atenciones de urgencias, 41.000 operaciones y 5.700 nacimientos.La Paz, que hoy cuenta con cerca de 7.000 empleados, acumula 676.000 nacimientos, dos millones de intervenciones quirúrgicas y 12,5 millones de urgencias atendidas, mantiene 448 proyectos de investigación y ha registrado 35 familias de patentes y 11 marcas protegidas en todo el mundo, más que ningún otro centro en España.

Y desde que en 1970 se convirtió en el hospital clínico de la Universidad Autónoma de Madrid, cada año recibe más de 190 nuevos residentes para formarse en 52 especialidades.

Estas cifras han llevado al presidente de la Comunidad de Madrid a describir el complejo como un centro "prestigioso" que desde su inauguración ha sido referencia científica y asistencial y un modelo en el tratamiento de cualquier dolencia compleja.González ha entregado un obsequio en el mismo salón de actos en el que se inauguró el centro -el 18 de julio de 1964- a cuatro trabajadores de diferentes generaciones que han simbolizado la trayectoria del hospital.

Se trata del aparejador Vicente Díaz -92 años-, que participó en el equipo del arquitecto Martín Marcide que construyó el centro; la anestesióloga Esperanza Jiménez, que nació el día en que abrió el hospital; el residente Guillermo González, que eligió La Paz para especializarse en Dermatología tras obtener el primer puesto en el examen MIR; y el nefrólogo Alberto Torre, el profesional con más antigüedad en el hospital."Miles de personas se han salvado y miles aquí han visto la luz", ha celebrado el presidente de la Comunidad de Madrid antes de alabar el liderazgo nacional de La Paz en trasplantes infantiles y la formación, o por ser la primera opción del número uno del examen MIR en los últimos cuatro años.

González ha defendido que la historia de éxito del hospital pertenece a sus profesionales por su entrega y preparación y a todos los madrileños, que destinan un 50 % de sus recursos a mantener el sistema sanitario público, modernizado en la última década con 12 hospitales y 82 centros de salud.

También ha llamado a los profesionales a aunar esfuerzos para hacer una gestión eficiente de los recursos y hacer sostenible la sanidad, para lo cual -ha recordado- trabaja en el análisis de la sostenibilidad del modelo un grupo formado por profesionales y expertos.El doctor gerente de La Paz, Rafael Pérez Santamarina, ha descrito la historia del centro en paralelo a la evolución del Sistema Nacional de Salud, que ha calificado como uno de los principales logros del estado del bienestar y un elemento de cohesión social al que hay que prestar "el máximo esfuerzo".

.