Gallardón califica al Gobierno Zapatero de "moroso"

  • Confía que la "conversación-discusión" pueda encontrar "un punto de acuerdo" antes del 1 de enero
  • Gallardón espera que no fuera un "gesto para la galería" de Zapatero

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, espera que la petición que le hizo el presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero, para que le enviara su argumentación contra la decisión del ejecutivo de impedirle refinanciar la deuda no sea "un gesto de cara a la galería". El alcalde de Madrid, calificaba hoy al gobierno de Rodríguez Zapatero de "moroso" . Gallardón ha vuelto a criticar al presidente y le recuerda que está obligado por ley a abrir la línea de créditos ICO para que los ayuntamientos puedan afrontar su deuda con proveedores, que ha insistido en que es una "obligación legal" cuyo incumplimiento convierte al Gobierno en "moroso".

En rueda de prensa tras la reunión semanal de su Gobierno, el alcalde ha dicho que su "obligación es pensar que no es un gesto de cara a la galería" y esperar la respuesta del ejecutivo central a un informe para el que no hay un plazo concreto sino que se enviará "cuando esté terminado".

Ruiz-Gallardón ha calificado su encuentro con Zapatero en el desfile del pasado día 12 como una "conversación-discusión", porque, efectivamente, quedó claro que "no había coincidencias" entre los puntos de vista de uno y otro acerca de las causas y las soluciones a la situación financiera de los ayuntamientos.

Según su versión, le expuso "la realidad" al jefe del Gobierno y le solicitó "exclusivamente" un "trato semejante" para las corporaciones locales del que "el Gobierno se da a sí mismo y da a la comunidades autónomas", sin pedirle que modificara "ninguno de los parámetros de austeridad" que están asumiendo los ayuntamientos.

UN PUNTO DE ACUERDO ANTES DEL 1 DE ENERO

Ahora, confía en que a raíz de esa conversación-discusión en la que ha señalado que el presidente le solicito una "argumentación por escrito" se pueda encontrar "un punto de acuerdo" antes del 1 de enero de 2011.

Un acuerdo, ha añadido, que beneficie a "todos los ayuntamientos de España" al autorizarles a refinanciar su deuda, como pueden hacer el Estado y las autonomías a pesar de representar el 95% del endeudamiento de la administración.

Tras agradecer los apoyos a este planteamiento que ha recibido de compañeros de partido como la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, ha indicado que le consta que alcaldes del Partido Socialista comparten ese criterio y ha deseado que también sea el que adopte de forma común la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).

"No hay en esto un discurso partidario sino que es única y exclusivamente una petición de equidad, de ecuanimidad", ha proclamado el alcalde de Madrid, que se ha mostrado confiado en que la "muy sólida argumentación" que prepara el Ayuntamiento obtenga el respaldo de alcaldes de otros partidos y "sea capaz de convencer al Gobierno de España".

El regidor madrileño ha comentado que en ese encuentro con Zapatero "ahí se quedó la cosa" y "no hubo tiempo para más", por lo que no hablaron de la línea de créditos ICO para que los ayuntamientos puedan afrontar su deuda con proveedores, que ha insistido en que es una "obligación legal" cuyo incumplimiento convierte al Gobierno en "moroso".

DEUDA PERFECTAMENTE ASUMIBLE

En este sentido, ha advertido de que "todo depende" de si el PNV apoya la modificación de esa obligación legal a través de la ley de presupuestos, como ha propuesto el Gobierno, es decir, "si vota o no a favor de los ayuntamientos el PNV", aunque ha dicho que confía y desea en que los nacionalistas vascos no apoyen ese punto.

En todo caso, ha reiterado que durante los meses que esté vigente la ley de morosidad es una "obligación legal" del Gobierno y "su incumplimiento deriva en responsabilidades" para el ejecutivo.

Ruiz-Gallardón ha asegurado que el peso de la deuda de la capital es "perfectamente asumible" para el Ayuntamiento, que no existe "absolutamente ningún problema" para afrontarla y que no hay "ninguna dificultad" para atender el pago de las nóminas.

"Ese no es el problema -ha subrayado-, el problema es que el Gobierno ha establecido un mecanismo que no permite refinanciar la deuda que vence cada año y eso genera un problema de liquidez", aunque de todas formas, ha garantizado, "por supuesto se van a atender los pagos".