Madrid, en alerta amarilla por las bajas temperaturas y el fuerte viento

  • La sensación térmica irá empeorando y este viernes caerán, aún más, las temperaturas
  • Los fuertes vientos obligan a los bomberos de la Comunidad de Madrid a realizar una treintena de salidas

El Puerto de Navacerrada ha alcanzado esta madrugada temperaturas de 13,1 grados bajo cero, el Alto del León de -11,3 y Somosierra de -9,8, mientras toda la región continúa en alerta meteorológica, naranja en la Sierra y amarilla en el resto de la Comunidad, por frío intenso y viento. La ola de frío seco siberiano que entró ayer en la península ha hecho que en Madrid capital se hayan alcanzado esta madrugada los 2,1 grados negativos en el centro y los -2,7 en la Ciudad Universitaria, según información de la Agencia Estatal de Meteorología. En Colmenar Viejo los termómetros han llegado a marcar -5,4 grados, en Buitrago del Lozoya -5,3, en Robledo de Chavela -2,9 y en Aranjuez -2,7.

EL VIENTO

A ello se han sumado rachas de viento del norte o del noreste de hasta 65 kilómetros por hora en Colmenar Viejo, 54 en Robledo, 52 en Somosierra y 41 en el Puerto de Navacerrada, lo que ha hecho que aumentara la sensación de frío. Desde la Aemet se ha indicado que con rachas de viento de 30 a 40 kilómetros por hora la sensación térmica dobla la temperatura real, de modo que con temperaturas mínimas de -6 ó -8 grados pueden llegarse a sentir hasta -12.

La Aemet mantiene activada a estas horas la alerta naranja por temperaturas mínimas de -11 grados en la Sierra, entre las 6 y las 10 horas, y la alerta amarilla por temperaturas de hasta -4 grados en el área Metropolitana, el Corredor del Henares, la zona Sur y la comarca de las Vegas, entre las mismas horas. La alerta por frío en la Sierra tendrá hoy otras dos fases: de 10 a 12 horas y de 22 a 24 horas, en ambas franjas horarias por temperaturas mínimas de hasta 6 grados bajo cero. Además, de 9 de la mañana a 9 de la noche se activará la alerta amarilla por viento en toda la región, ya que se esperan rachas de hasta 80 kilómetros por hora en la Sierra y de hasta 70 kilómetros por hora en el resto de la Comunidad.

En esta situación, tanto la Delegación del Gobierno como la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital mantienen activados sus planes de inclemencias invernales o de nevada para atender cualquier incidencia o situación de emergencia que se pudiera producir. En este sentido, además, la Delegación está en contacto permanente con RENFE, Consorcio de Transportes, Metro, la Dirección General de Tráfico, AENA y el Aeropuerto de Barajas, SAMUR Social y el resto de servicios sociales y de emergencia.

Desde Emergencias Comunidad de Madrid 112 se recomienda a los conductores -a los que el Ayuntamiento de la capital pide que dejen el coche en casa y utilicen el transporte público- extremar la precaución en zonas de umbría ante la posible existencia de placas de hielo. Es conveniente además reducir la velocidad con las marchas y no con los frenos, llevar el depósito de combustible lleno y un teléfono móvil con su batería cargada para poder avisar al teléfono 112 en caso de una incidencia.

En cuanto a los habitantes de la zona de la sierra, deben prestar atención a las llaves de paso de las conducciones de agua, pues el frío intenso puede inutilizarlas. La Delegación del Gobierno recomienda, además, abrigarse bien en los desplazamientos exteriores y evitar los efectos negativos de las bajas temperaturas y el aire frío, con especial atención a personas mayores y niños. La exposición de las personas a las bajas temperaturas, aconseja, "debe limitarse a lo estrictamente imprescindible".

LOS FUERTES VIENTOS OBLIGAN A LOS BOMBEROS A REALIZAR UNA TREINTENA DE SALIDAS

Los fuertes vientos que soplaron en la tarde y noche de ayer, que llegaron a arrancar árboles y mobiliario urbano en las zonas norte y noroeste de la región, obligaron a los bomberos de la Comunidad de Madrid a realizar una treintena de salidas para reparar los daños causados. La mayoría de las salidas tuvieron como objetivo retirar árboles y ramas caídas sobre el suelo y sobre las calzadas aunque también tuvieron que sanear tejados y recoger algunos elementos urbanos que podían poner en peligro la vida de las personas, como carteles y farolas.

Ninguno de los cuatro incendios ocasionados por el mal funcionamiento de las chimeneas ocasionó heridos aunque sí provocaron daños materiales en las viviendas. Uno de los siniestros se produjo en un chalé de Villa del Prado, donde los bomberos tuvieron que extinguir las llamas originadas en la chimenea, que afectaron al techo de una de las habitaciones y a algunas tejas.