El PP y Ahora Madrid aprueban la conversión de los cines Roxy en comercios

  • El PSOE y Ciudadanos se han opuesto a esta medida

El pleno del Ayuntamiento de Madrid, con los votos a favor del PP y Ahora Madrid, ha aprobado hoy cambiar el uso del local de los históricos cines Roxy de la madrileña calle de Fuencarral, lo que abre la puerta su conversión en un espacio comercial.

El PSOE y Ciudadanos se han opuesto a esta medida, el primero de los partidos por su desacuerdo con la desaparición progresiva de los espacios culturales del centro de Madrid y el segundo por cuestiones de forma, pero tanto el PP como Ahora Madrid han defendido que con el procedimiento se cumple la ley.

El concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, ha defendido hoy la aprobación del Plan Especial para los locales ubicados en el número 123 de la calle de Fuencarral ya que, ha dicho, el propietario de esos locales considera que el cine ya no es una propiedad rentable y quiere destinarlo a otro uso.

"Es una tramitación reglada y cumplimos con la ley", ha comentado Calvo, que asegura que el equipo de Gobierno hará todo lo posible por mantener los espacios culturales.

Por parte del PP, el concejal José Luis Martínez Almeida ha anunciado el voto a favor de este expediente -iniciado por el equipo de Gobierno de Ana Botella- y sobre el uso de los espacios culturales en la ciudad ha dicho que se debe dejar que sean los ciudadanos quienes decidan si quieren un cine o un supermercado.

La socialista Mercedes González ha lamentado que en esa calle solo sobrevive el cine Proyecciones y ha reprochado a Ahora Madrid que esté consolidando con su acción de gobierno las políticas del PP encaminadas a una pérdida de la identidad cultural de la capital.

"Si quiere un día debatimos de por qué Barcelona no ha perdido su alma y por qué Madrid la ha vendido a las franquicias", ha retado la socialista al responsable de urbanismo.

El concejal de Ciudadanos Bosco Laborado ha denunciado que el procedimiento por el que se cambia el uso de ese local deja la puerta abierta a la arbitrariedad y crea sensación de inseguridad jurídica, por lo que ha anunciado el voto en contra.