El policía confiesa: "Lo maté porque no quería ser su camarero"

Cristian C.M, el policía nacional de 26 años acusado de matar a su socio, Iván M.L, el jueves en el bar que compartían en el madrileño distrito de Hortaleza, ha confesado que le disparó por desavenencias en la gestión del negocio, han informado a Europa Press fuentes de la investigación.

Así lo ha relatado tanto a la Policía como al juez número 46 de Madrid que ayer, estando de guardia de detenidos, interrogó al presunto criminal. Este relató que la tarde de los hechos habían discutido por el modelo de negocio y por la posibilidad de que el agente trabajara varias horas al día también en él, como hacía Iván.

Tras el interrogatorio, el magistrado acordó para él prisión provisional comunicada y sin fianza por un delito de homicidio. Ahora será el Juzgado número 20 de Madrid el que se encargue de la investigación judicial de lo ocurrido, ya que fue el que procedió al levantamiento del cadáver.

Cristian fue detenido a las 15 horas del sábado en una residencia estudiantil de Salamanca, ciudad de donde es oriunda su familia, gracias a la orden de busca emitida un día antes por la Policía en el que describían detalladamente sus características físicas.

El funcionario trabajaba en la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de Madrid. Hacía labores de escolta y de vigilancia estática en edificios públicos. De hecho, había trabajado unos meses en el control de accesos de la Delegación del Gobierno en Madrid, han confirmado fuentes cercanas a la misma. SOCIOS MAL AVENIDOS

El cadáver de Iván M.L, de 21 años, fue hallado a las 20 horas del pasado jueves dentro del bar que regentaba la víctima, situado en la número 19 de la calle Mota del Cuervo. Los vecinos se extrañaron de que el establecimiento estuviera cerrado a esas horas y uno de ellos accedió al local, ya que estaba el cerramiento estaba entreabierto.

En su interior, tendido en el suelo, se encontraba el joven, con dos heridas de bala en el abdomen. Los sanitarios del Samur-Protección Civil que llegaron al lugar de los hechos confirmaron la defunción y calcularon que podía llevar pocas horas muerto.

El Grupo VI de Homicidios de la Brigada Provincial de la Policía Judicial y la Policía Científica se hicieron cargo de las pesquisas, que desde el primer momento se centraron en el socio de la víctima, policía nacional. Por ello, los agentes fueron a su domicilio, situado también en el barrio, pero no estaba allí.

El supuesto autor de los disparos había comprado hace unos meses la cafetería junto a la víctima, apodado 'El Coletas', hijo de un policía municipal. Sin embargo, según los vecinos, tenían continuas discusiones sobre el modelo de negocio.

Cristian quería que fuese un bar de copas, pero Iván prefería un bar terraza, ya que era una de las más conocidas en la zona, y por los problemas que conlleva cambiar la licencia. El fallecido también le reprochaba al presunto asesino el poco tiempo que pasaba dedicado al negocio y éste le respondía que no tenía tiempo por su empleo como policía.