El Ayuntamiento de Madrid pone en marcha las consultas ciudadanas

  • Se exigirá el apoyo de 53.000 madrileños mayores de 16 años (2% del padrón) para que pasen a la Junta de Gobierno
  • La Junta de Gobierno del Ayuntamiento podrá hacerla suya o someterla a votación

Cualquier madrileño podrá presentar desde el martes una propuesta de gobierno. El Ayuntamiento de Madrid pone en marcha este martes las consultas ciudadanas, que serán vinculantes políticamente para el Gobierno si consiguen el suficiente respaldo popular, que pasa por tener el apoyo del 2 por ciento del censo del padrón de los mayores de 16 años de la ciudad (unos 53.000 madrileños).

Las consultas ciudadanas se podrán presentar desde este 15 de septiembre en https://decide.madrid.es, ha explicado este jueves en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno el delegado de Participación Ciudadana, Transparencia y Gobierno Abierto, Pablo Soto.

Cuando la propuesta alcance ese porcentaje mínimo de apoyo ciudadano, el Consistorio abrirá un plazo de 45 días de debate y reflexión para, posteriormente, pasar a votarse en un periodo de siete días.

Cuando se trate de propuestas de "mucho calado", ha añadido Soto, el Ejecutivo emprendería una consulta popular en los colegios electorales. Este mecanismo supondría que lo tendría que solicitar la alcaldesa, Manuela Carmena, obtener la mayoría del Pleno, elevarse al Gobierno central, aprobarse y convocarse, algo que tendría un coste, por ejemplo, el de abrir los colegios en domingo.

"Esto no es para hacerlo todos los domingos, es para casos de especial relevancia y siempre de acuerdo con quien lo propone", ha aclarado el edil.

"El mecanismo cambia que las decisiones no las toman 57 concejales sino que se incluye a los tres millones de habitantes de esta ciudad", ha explicado Pablo Soto, de modo que "pueden ser alcaldes todos los madrileños". El concejal no ha ocultado que el de hoy es el día en el que se siente "más feliz, con diferencia", desde que llegó al Ayuntamiento. La siguiente alegría vendrá de la mano de los presupuestos participativos.

¿COMO SE VOTA?

Para poder proponer una consulta se tiene que estar empadronado. El Ayuntamiento lo comprobará y lo verificará. Para eso enviará un código de seguridad mediante un SMS al móvil que tenga registrado -el Consistorio, a través de Línea Madrid, posee más de un millón de teléfonos móviles en sus bases de datos-.

Lo mismo con direcciones de correo electrónico. Si el Ayuntamiento no tiene ni el móvil ni el correo, lo que hará será enviar ese código por correo postal a la dirección que figure en el padrón.

Si obtiene el quórum necesario, la consulta será vinculante para el Gobierno municipal políticamente aunque no de manera jurídica ya que el marco normativo español no lo permite. "La vinculación para este Gobierno es política, no jurídica, está vinculada con la voluntad de los ciudadanos", ha matizado el edil de Transparencia.

El mecanismo, cuyas directrices han sido aprobadas este jueves en Junta de Gobierno, es muy parecido al de las Iniciativas Legislativas Populares. Cualquiera podrá además presentarse en una ventanilla y presentar de golpe las firmas, para lo que se podrá descargar de la web las hojas necesarias. No es necesario motivar las propuestas aunque, como ha razonado, el concejal, sería interesante para convencer a la mayoría de que voten sí.

LIMITES

Se excluirán aquellas propuestas con contenidos de carácter racista, sexista, xenófobo, que hagan apología del terrorismo, que atenten contra los derechos humanos, la dignidad de las personas, las que tengan fines delictivos, contra la legislación vigente o se consideren spam. "Ese es el filtro, que es objetivo, no político", ha remachado el titular de Gobierno abierto.

La moderación corre a cargo de funcionarios de la dirección general de Participación Ciudadana y se llevará a cabo por voluntarios del Cuerpo de Voluntarios de Madrid que, como ha remarcado Pablo Soto, "no están adscritos a ningún partido". Se les está formando y algunos ya están ejerciendo esa moderación "de una manera embrionaria".

Estos mecanismos de participación funcionan "en muchos sitios del mundo". El más antiguo es el de Suiza, donde se puso en marcha en 1848.