El acusado de matar a su novia dice que la empujó y se deshizo del cuerpo al verla muerta

  • Dice que fue su compañero de piso, el otro acusado, el que tuvo la idea de deshacerse del cuerpo
  • Su compañero de piso afirma que el asesino le amenazó con matarle si no le ayudaba a esconder cuerpo

El acusado de matar en enero de 2012 a su novia a martillazos y tirar su cadáver a una alcantarilla de Pinto ha admitido en el juicio que solo la empujó tras una discusión y que se deshizo del cuerpo cuando al volver de comprar cervezas su compañero de piso le alertó de que la mujer estaba muerta.

"Fue un percance. Yo jamás la golpeé con un martillo. Nunca la maltraté", ha aseverado el acusado a preguntas del fiscal, quien le ha reprochado por qué ha esperado hasta hoy, cuatro años después del crimen, para ofrecer una versión que no ha dado hasta ahora. "Tenía miedo y recibí presiones policiales. Yo quería contarlo todo en el juicio", ha dicho.

El Ministerio Público atribuye al autor del crimen la comisión de un delito de asesinato y solicita veinte años de prisión, mientras que para el acusado de encubrir los hechos un año de prisión por un delito de encubrimiento.

En su declaración, Otoniel A. ha negado que conviviera en el mismo piso de la víctima, indicando que solo solía mantener relaciones sexuales y luego se iba para dormir siempre en su casa. El procesado vivía en San Martín de la Vega, pero trabajaba en Pinto como profesor de tenis.

Sobre lo ocurrido, ha narrado que tuvieron una discusión bastante "acalorada", en cuyo transcurso la empujó. "Se cayó y yo me fui a comprar cervezas. Me llamó Julio y me dijo que volviera. Me dijo que estaba muerta y que no quería ningún muerto en su casa", ha asegurado.

Tras ello, ambos bajaron el cuerpo por las escaleras desde un cuarto piso. Por el peso, se les llegó a caer. Lo arrojaron boca abajo en una alcantarilla de Pinto. "Se debió romper el cráneo al tirarlo así. Lo siento mucho", ha dicho el acusado, palabras que no han sentado muy bien a los familiares de la víctima presentes en la sala de vista.

También ha negado que huyera a su país, República Dominicana, desde Francia. Según su relato, se fue al país vecino a encontrar empleo y al no tener dinero, decidió buscar suerte en su país de origen.

Versión opuesto ha tenido el otro acusado, su compañero de piso que se enfrenta a un año de cárcel por un delito de encubrimiento. Este sostiene que en la mitad de la noche estando durmiendo escuchó tres golpes secos y tres ronquidos fuertes. Al acudir a la habitación, vio a la mujer muerta. El acusado le comentó estate tranquilo que el cuerpo está frió.

Tras sacarle una pistola, le obligó a bajar el cuerpo al coche bajo la amenaza de que le iba a matar a él y a su mujer. Durante un mes, le estuvo llamando para asegurarse de que no iba a acudir a la Policía.

HECHOS JUZGADOS

Según el fiscal, Otoniel A. mantenía una relación sentimental con una mujer la cual vivía con sus padres; pero a partir de septiembre de 2011 comenzó a pasar las noches en el domicilio del acusado. En esa misma casa había otra habitación ocupada por Julio Benjamín J. y su pareja.

Sobre las 03:00 horas de la madrugada del 25 de enero de 2012, Otoniel, tomó la decisión de acabar con la vida de su novia. Cogió entonces un martillo con mango de madera y cabeza cuadrada metálica y la atacó propinándole un fuerte martillazo en la parte de atrás de la cabeza, lo que le ocasionó una fractura craneal y, consecuentemente, la muerte instantánea.

Minutos después, Otoniel despertó a Julio, que estaba dormido en su habitación; le llevó a la cocina, le contó los hechos y le exigió con amenazas de represalias que le ayudara a deshacerse del cuerpo sin vida de la mujer.

De esta forma, los dos hombres sacaron el cadáver de la casa y lo introdujeron la parte de atrás de un automóvil. Tras ello, Julio subió de nuevo a la casa, recogió a su novia que se encontraba aún en su habitación y, por miedo a Otoniel, abandonaron el lugar. Por su parte, Otoniel montó en el automóvil, condujo para alejarse de la casa y se deshizo del cuerpo inerte de la mujer al tirarlo a una alcantarilla.

En los días siguientes, Otoniel logró obtener 1.300 euros vendiendo precipitada y fraudulentamente el coche y huyó de España. Con posterioridad, el 27 de febrero de ese mismo año, unos operarios del Ayuntamiento de Madrid hallaron el cadáver de la mujer en la alcantarilla donde lo había depositado el procesado.

A pesar de que Otoniel ya no se encontraba en España y que desde el día de los hechos no había tenido contacto con él, y por tanto el miedo inicial había desaparecido, el otro acusado, Julio, no se presentó ante la Policía ni el Juzgado para informar de lo ocurrido hasta que el 29 de febrero tanto él como su compañera sentimental narraron al Grupo de Homicidios todo lo sucedido.

Tras la confesión, el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer nº5 de Madrid abrió diligencias previas y acordó el correspondiente auto de busca, captura y detención internacional. El acusado fue localizado en República Dominicana y su Corte Suprema resolvió, en fecha de 8 de junio de 2015, su extradición a España donde se encuentra en una situación procesal de prisión provisional.