La Policía Judicial desarticula la organización mafiosa Kanonieri Kurdi

  • A la banda, conocida como Los Georgianos, se le imputan al menos 40 robos
  • Un veterano ladrón georgiano dirigía a la banda desde una cárcel turca

Agentes del grupo 24 de la Brigada de Policía Judicial han desarticulado la organización mafiosa Kanonieri Kurdi acusadas de al menos 40 robos en la capital en los dos últimos meses. Han sido arrestadas 23, personas, de los que 18 han ingresado en prisión por orden del juzgado 32 de la capital.

Un "ladrón de ley" georgiano dirigía desde una cárcel turca esta banda especializada en robos en viviendas, integrada fundamentalmente por ciudadanos de ese país, que actuaba "frenéticamente" en Madrid, entrando en varios pisos en un solo día, y a la que por el momento se les imputan cuarenta robos.

La delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, el jefe superior de Policía de Madrid, Alfonso José Fernández, y el jefe de la Brigada de Policía Judicial provincial, José Luis Conde, han informado en rueda de prensa de la desarticulación de dos cédulas de la banda Kanonieri Kurdi, junto a otras cinco personas que receptaban lo robado.

Los dieciocho miembros del grupo que han ingresado en prisión tenían antecedentes tanto en España como en otro países.

Se trata de uno de los grupos más activos actualmente en Madrid, donde se tiene constancia de que empezaron a funcionar a principios de año y donde llevaban a cabo una actividad "frenética", con unos catorce robos a la semana, en diferentes barrios de la capital. En alguna ocasión perpetraron hasta seis robos el mismo día.

Su objetivo era conseguir dinero y objetos de valor de forma rápida y segura, aunque no fuese en mucha cantidad, para gastarlo en la heroína que consumían y en la denominada "caja común" de la banda, en la que tenían que ingresar un determinado valor.

"Malvivían" en habitaciones alquiladas y su vida se resumía en "drogarse y robar", según los investigadores.

Funcionaban de forma muy organizada y jerarquizada, con expertos en la técnica del "ganzuado" que eran conocidos como "manos de oro" o "mecánicos" por su facilidad para abrir las puertas, y que estaban muy cotizados por otros grupos de delincuentes georgianos.

DIRIGIDOS DESDE UNA CÁRCEL TURCA

Un veterano ladrón de unos cincuenta años, Koba, dirigía la banda desde una cárcel de Turquía en la que lleva interno ocho años por robos. Los primeros años estuvo sin teléfono, pero luego se le permitió y comenzó a liderar a los Kanonieri Kurdi.

Tenía rango de "ladrón de ley", denominación georgiana para los ladrones expertos y veteranos que, además de liderar una banda, dirimen los problemas internos como si de un juez se tratara, han explicado los investigadores.

Una vez cometidos los robos en un bloque de pisos de un determinado barrio, cogían el metro o el autobús para irse a otro.

La Policía detectó a principios de 2016 un incremento de robos en viviendas sin violencia, aprovechando que los inquilinos no estaban y utilizando un mismo "modus operandi": colocaban trocitos de plástico en las puertas, para detectar si alguien había entrado pasadas unas horas o días, o bien llamaban a los porteros reiteradamente para asegurarse de que no había nadie.

La Policía puso en marcha entonces la operación Domus y constató que los ladrones actuaban en grupos de dos o cuatro personas, de manera que mientras unos robaban otros vigilaban.

Los responsables policiales han destacado que estos ladrones se caracterizaban por su itinerancia por toda Europa y por su gran movilidad por toda España.

Preguntados por el hecho de que en España hay casos en los que este tipo de delincuentes quedan en libertad cada vez que son detenidos, el jefe superior de Policía ha explicado que estas bandas buscan en diferentes países "el mejor momento" o "una mayor permisividad", y por ejemplo esta banda huyó de Italia porque allí se les aplican leyes antimafia.