La Guardia Civil ha detenido a cuatro personas que integraban una banda de "murcigleros", especializados en robar viviendas con sus habitantes dentro, y otra que actuaba como receptador de las joyas que robaban. Según ha informado la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, y efectivos de la Guardia Civil que han intervenido en la denominada operación "Aladina", esta organización actuaba en toda la sierra madrileña, desde Navacerrada, pasando por Cercedilla o Guadarrama, hasta abarcar también la confluencia de poblaciones situadas al margen de la A-6.
La banda reconocía por el día la zona dónde iba a actuar y para ello habían impreso unos panfletos en los que se presentaban como expertos en reformas, llamando a las viviendas y comprobando si estaban habitadas o no. Tras haber realizado la selección de sus objetivos, salían por la noche y, dado que las viviendas elegidas eran del tipo unifamiliar, bajos y primeros pisos, en ellas, por el método del resbalón o aprovechando que, en esta época del año, la gente deja las ventanas abiertas por el calor, accedían y robaban joyas o gemas preciosas y los pequeños electrodomésticos.
Después, contaban con la colaboración del regente de un "compro oro" de Madrid capital al que llevaban los objetos sustraídos y en el que la Guardia Civil ha descubierto un taller de fundición clandestino, donde, de forma casi inmediata, y sin ningún tipo de medida de seguridad, se fundía el oro obtenido de forma ilegal.
