Cuatro detenidos en Madrid por estafar a tenderos con "billetes "tintados"

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Policía Nacional |Archivo

La Policía ha detenido a cuatro individuos que trataban de estafar a personas que necesitaban grandes cantidades de dinero en un periodo corto de tiempo con billetes tintados que simulaban tener un valor de 50, 100, 200 y 500 euros y que, en realidad, eran solo cartulinas negras.

Los arrestados, de origen subsahariano y a los que se les acusa de estafa, son Silver Djomou E., de 24 años, Didier B. de 32 años, Jean Calvin K. de 37 años y Paul M. de 31 años y todos ellos cuentan con antecedentes penales por el delito de estafa y los dos últimos también por estancia ilegal, ha informado a Efe la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Los individuos fueron detenidos el pasado 3 de abril in fraganti cuando agentes de la Comisaría de Móstoles observaron cerca de un parque de la localidad que cuatro hombres introducían una maleta y otros objetos en el interior del vehículo.

Los agentes encontraron en el coche una maleta de grandes dimensiones que contenía una caja fuerte y ésta, a su vez, 18 tacos de recortes de papel que simulaban ser billetes de curso legal de 50, 100, 200 y 500 euros, así como un frasco de plástico con un líquido amarillento y algodones.

TÉCNICA WASH-WASH

Estos paquetes de billetes, prensados y envueltos en plástico, en su parte inferior y superior, tenían una cartulina en la que figuraba en el anverso la fotocopia de una cara de billetes de 50, 100, 200 y 500 euros, mientras que el reverso la cartulina estaba en blanco.

Estos efectos eran empleados para estafar mediante la conocida como técnica wash-wash o billetes tintados y cuyas víctimas suelen ser personas que necesitan disponer en un corto periodo de tiempo de gran cantidad de dinero, como podría ocurrirle por ejemplo a alguien que quiere vender una propiedad inmobiliaria.

Según ha indicado la Jefatura, los cuatro detenidos se ponían en contacto con las víctimas, les hacían creer que cuando el papel era tratado con este procedimiento se convertía en dinero de curso legal y les entregaban como cebo un billete, que pasaba los filtros de autenticidad de los bancos.

Además, les realizaban una demostración de la eficacia de su método para obtener dinero con cartulinas negras y les invitaban a verter productos químicos sobre los billetes que las víctimas aportaban creyendo que así obtendrían más dinero.

En el proceso final y cuando la víctima había aportado la máxima cantidad de dinero posible, los estafadores sustituían los billetes verdaderos de las víctimas por un conjunto de cartulinas de papel de dimensiones idénticas a la de los billetes. La víctima creía que se llevaba su dinero más el correspondiente a la ganancia obtenida, cuando en realidad lo que tenía eran solo cartulinas negras.