Cooperativistas de La Tenería se "enterraron" en los terrenos que compraron

Más de un centenar de cooperativistas de 'La Tenería' han enterrado simbólicamente a cuatro de ellos como protesta por no poder construir sus viviendas, en el municipio madrileño de Moraleja de Enmedio. Un total de 1.200 cooperativistas adquirieron hace diez años los terrenos donde en un futuro se iba a construir sus pisos.

En la protesta han enterrado a cuatro socios de la cooperativa para representar los cuatro meses que llevan acampados en el terreno donde se tienen que edificar sus viviendas. Los afectados quieren que les den permiso para poder construir sus casas.

Carmelo Pradas, portavoz de los cooperativistas, ha explicado que la raíz del problema es que "la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Moraleja de Enmedio no se ponen de acuerdo" y que mientras tanto, ellos lo están pasando mal y están a punto de perder grandes cantidades de dinero.

El proceso se ha ido alargando cuatro meses en los que hasta el momento no han tenido respuesta por parte del ayuntamiento del municipio. En diciembre la Comunidad de Madrid rechazó el plan de pleno por el número excesivo de viviendas y a mediados de enero les dieron la solución de construir 2.500 viviendas en vez de las 10.000 que se pretendía en un principio. "Es ahora cuando la Comunidad de Madrid se desdice y asegura que no hay solución, queremos que se pongan de acuerdo ya", sentenció Pradas.

Silvia Aguado, una de las afectadas, ha explicado que entró en la cooperativa hace cuatro años y que en todo momento el ayuntamiento le dijo que esto iba a salir adelante y que el terreno se iba a hacer urbanizable en poco tiempo. Silvia ha pagado un total de 63.000 euros y además ha tenido que hacer frente a unos impuestos por un sector pormenorizado que ascienden a 314.000 euros. "Estando aquí acampados es la única manera de que nos hagan caso", se ha quejado.

"No nos vamos a mover de aquí, no vamos a parar hasta que lo consigamos, es una injusticia, se están tirando la pelota de unos a otros. Son cuatro meses pasando frío, durmiendo a la intemperie y pasándolo mal", ha concluido Aguado.