Los madrileños homenajean a la Paloma en el último día de fiesta

  • Carmena pide que cumpla los deseos de los madrileños y anuncia nuevas plazas de bomberos
  • Cifuentes ha destacado a Madrid como destino de vacaciones y ha expresado su deseo de acuerdo entre Ayuntamiento y bomberos

Centenares de madrileños se han congregado en las céntricas calles del distrito de La Latina, especialmente en las proximidades de la Parroquia de la Virgen de la Paloma, para rendir homenaje a su patrona popular en el último día de fiestas, en el que se ha celebrado la tradicional misa en su honor.

Horas antes de que comenzase la celebración litúrgica, los madrileños se han ido poco a poco acercando a la Plaza de la Paloma para realizar la ofrenda floral a la Virgen.

Junto a ellos, no han querido faltar a la cita autoridades políticas de todos los partidos que han unido fuerzas hoy para acudir a este señalado acontecimiento que se celebra cada 15 de agosto en la capital.

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y la presidenta regional, Cristina Cifuentes, han sido algunas de ellas, quienes han pedido a la Virgen "los mismos deseos que tienen los madrileños" en el caso de la primera y "trabajo y más respeto a la diversidad" la segunda.

También han asistido la primera teniente de alcalde, Marta Higueras y el delegado de Seguridad y Emergencias, Javier Barbero; junto con los portavoces de PP, PSOE y Ciudadanos en el Ayuntamiento, José Luis Martínez-Almeida, Purificación Causapié y Begoña Villacís, entre otros.

Puestos de comida, música y chulapos y chulapas entonando y bailando castizos chotis han sido el escenario que ha impregnado las inmediaciones de la parroquia de celebración en una calurosa mañana donde los abanicos han sido la prenda más usada.

A las 13.00 horas, como estaba previsto, ha comenzado la misa que, por primera vez, no solo han podido presenciar aquellos que han conseguido entrar en la iglesia.

Gracias a la instalación por parte del Ayuntamiento de una pantalla grande en la fachada de la parroquia, decenas de fieles han podido seguir la misa que ha sido oficiada por el cardenal y arzobispo de Madrid, Carlos Osoro.

Durante su homilía, Osoro ha pedido a la Virgen poder "apartar la discordia" para ser "un solo pueblo" que evite "andar en peleas que estropean el rostro humano y la convivencia".

En torno a una hora y media ha durado el acto litúrgico, en el que ha cantado el coro Virgen de la Paloma y a su término, a las 14:30 horas, el bombero Antonio Martínez ha protagonizado el tradicional descenso del cuadro de la Virgen bajo la atenta mirada de los presentes dentro y fuera de la iglesia.

Tras la destreza del bombero, los madrileños le han brindado numerosos aplausos y, con los gritos de "Viva la Virgen de la Paloma" y "Viva la Reina de Madrid", han puesto fin a una de las celebraciones litúrgicas más seguidas de la capital.

Después ha dado comienzo la veneración de la Virgen, algo que se prolongará hasta media tarde, sobre las 18:30 horas, y una hora y media después, a las 20:00 horas, tendrá lugar la procesión que discurrirá por las calles del distrito madrileño de La Latina.

Sin embargo, esta vez lo hará con alguna novedad en tanto que no tendrán lugar las tradicionales maniobras que, cada año, los bomberos del Ayuntamiento de Madrid le brindan a Nuestra Señora de La Paloma, su patrona, en señal de servicio y entrega.

No lo harán como muestra de "disconformidad" por el escaso personal del Cuerpo y con la existencia de un convenio que lleva dos años sin actualizarse, como le ha confirmado a Efe el secretario general de Bomberos del sindicato CSIF, Daniel Delgado.

Y no es esta la única demostración de protesta que han protagonizado hoy los bomberos en el día de su patrona pues se han concentrado durante dos horas a escasos metros de la Parroquia donde se estaba celebrando la misa a la Virgen bajo el lema de "Bomberos Madrid Bajo Mínimos".

Tras la procesión y la colocación de nuevo por los bomberos de la Virgen en el retablo del presbiterio de la parroquia, se pondrá fin a una de las fiestas más queridas de la capital, con el broche final a cargo de Mikel Erentxun.