Chinchón se manifiesta contra la construcción de una planta de compostaje de fertilizantes

Unos 2.000 vecinos se han manifestado en Chinchón contra la construcción de una planta de compostaje de fertilizantes en la localidad. Chinchón es uno de los pueblos más bonitos de España y de los más turísticos de la Comunidad de Madrid. Ahora sus vecinos temen que la planta de compostaje de fertilizantes acabe con todo eso.

Convocados por la Asociación de los pueblos más Bonitos de España este miércoles se han manifestado contra la construcción de una planta de compostaje en de fertilizantes a tres kilómetros del casco urbano de la localidad.

Según ha informado la asociación en un comunicado, el alcalde-presidente del Ayuntamiento, Javier Martínez-Mayor, ha publicado un bando informativo en el que muestra su oposición al proyecto, alegando "consecuencias negativas tanto para la calidad de vida de los vecinos como para el sector turístico del municipio".

Chinchón, que forma parte de la asociación Los Pueblos Más Bonitos de España, es uno de los "grandes emblemas turísticos de la Comunidad de Madrid". Los 150.000 visitantes de media que recibe al año constituyen "una importante fuente de ingresos para la localidad".

La planta de compostaje de fertilizantes en construcción procesará anualmente al aire libre 5.000 toneladas de ramas de poda, 2.500 toneladas de estiércoles de granja y 12.500 toneladas de materiales orgánicos, entre los que se encuentran lodos de depuradora, residuos de industrias agroalimentarias y fosas sépticas.

Según ha relatado la asociación en un comunicado, la trata de estos residuos a solo 3 kilómetros de la ciudad -y a 1,6 kilómetros de la urbanización Nuevo Chinchón- genera "la propagación de malos olores que afectan a los 5.249 habitantes del histórico municipio, que también se ven perjudicados por el paso constante de vehículos por la localidad".

En el comunicado, además, se señalan posibles riesgos para la salud de la población de Chinchón debido a los agentes químicos y biológicos producidos durante el proceso a los que los habitantes estarían expuestos, así como el riesgo de contaminación de acuíferos y campos en una localidad en la que la actividad económica principal es la agricultura. El Ayuntamiento ya ha emprendido acciones administrativas y legales para detener la construcción.

"Es evidente que esto afectará al valor de nuestras propiedades y negocios, a nuestro sector turístico y comercial, a nuestra agricultura y al bienestar y calidad de vida de todos nuestros vecinos", ha asegurado Martínez-Mayor.