Campamento de verano en Brunete para niños con enfermedades reumáticas

  • Atendidos por médicos y terapeutas, los niños majoran su estado físico y adquieren hábitos saludables

Niños con problemas reumáticos disfrutan estos días de unas vacaciones muy especiales en un campamento, también muy especial.

Es el que organiza la Sociedad Española de Reumatología en Brunete. Como otros veranos, allí los niños juegan, comen y aprenden con otros niños que padecen su misma enfermedad, bajo la atenta mirada de enfermeros, médicos y fisioterapeutas.

Juegan, corren, saltan y se tiran en tirolina, es decir, hacen lo que cualquier niño en un campamento de verano, a pesar de que estos pequeños se enfrentan a dolores diarios.

CON MÉDICOS Y TERAPEUTAS

Para mejorar su calidad de vida médicos como Daniel Clemente, coordinador médico del campamento, junto con enfermeros y fisioterapeutas están a su lado todos los días.

Los niños están encantados y muchos de ellos esperan repetir el año que viene.

En los últimos años por parte de la Sociedad Española de Reumatología se ha hecho una apuesta importante con diversas iniciativas en beneficio de los pacientes, como ésta de los campamentos de verano para niños con enfermedades reumáticas, que ha celebrado ya varias ediciones, logrando un gran éxito.

Cerca de 40 niños de entre 8 y 14 años, de todo el territorio nacional, han podido disfrutar cada año de una estancia “muy positiva” en esta granja escuela de la localidad madrileña de Brunete.

Los objetivos principales de esta actividad se resumen en fomentar la autonomía personal de los participantes, favorecer la inserción social y convivencia con otros niños y normalizar su afección y permitir compartir experiencias e inquietudes.

En el campamento se enseñan hábitos de vida saludables a la vez que su estancia sirve como “respiro” para los cuidadores habituales.

Como se ha podido comprobar en otras ediciones, a nivel físico, los participantes adquieren mayor autonomía y aprenden a implementar a diario hábitos de vida saludables. A nivel psicológico, estos niños comparten experiencias e inquietudes y eso les ayuda a asumir y afrontar su enfermedad con mayor positividad. Las respuestas de los padres siempre han sido muy positivas.