Cae una red que adulteraba cocaína en un laboratorio clandestino de Torrejón

Cuatro detenidos por 'marcar' puertas  de domicilios para robarlos en el distrito de Latina
Cuatro detenidos por 'marcar' puertas de domicilios para robarlos en el distrito de Latina |Álvaro Santos

La Policía Nacional ha desarticulado un grupo organizado integrado por seis personas que supuestamente manipulaban y adulteraban cocaína en un laboratorio clandestino ubicado en una vivienda de Torrejón de Ardoz, la vendían y enviaban el dinero a su país de origen, Colombia. Según ha informado hoy la Jefatura Superior de Policía, los arrestados son cinco hombres y una mujer de nacionalidad colombiana que están acusados de un delito contra la salud pública y otro de tenencia ilícita de armas.

Los detenidos tienen entre 30 y 41 años y tres de ellos cuentan con antecedentes: uno por un delito contra la seguridad vial y otro contra la salud pública; otro por un delito de robo con fuerza y el tercero por blanqueo de capitales. En total se les han intervenido tres kilos de cocaína, 16.000 euros en efectivo, dos pistolas, 22 teléfonos móviles y siete vehículos, la mayoría de alta gama.

Las investigación comenzó a principios de año, cuando la Policía sospechó de la actividad ilegal de un grupo liderado por José Esley T. M., de 37 años, que vendía droga en la Comunidad de Madrid y enviaba el dinero obtenido a su país de origen, utilizando para este trámite locutorios e interponiendo a diferentes personas para evitar ser detectados.

Los agentes constataron que uno de los inmuebles de los sospechosos, ubicado en Torrejón de Ardoz, contaba con excesivas y desproporcionadas medidas de seguridad, por lo que podría tratarse de un laboratorio o almacén de los estupefacientes.

Al registrar la vivienda encontraron, en un doble fondo situado en la buhardilla, una prensa hidráulica, más de tres kilogramos de cocaína, balanzas de precisión y máquinas para contar dinero. También intervinieron dos armas de fuego (una de ellas simulada), tres ordenadores portátiles, electrodomésticos, 14 relojes de gama media-alta y documentación variada.

Las pesquisas policiales han determinado que el grupo delictivo estaba perfectamente estructurado y jerarquizado y todos sus integrantes contaban con un alto nivel de vida.

Hacían viajes de fin de semana habitualmente y a su país natal en cortos espacios de tiempo, todo ello a pesar de no contar con una actividad remunerada. Tenían múltiples vehículos, en su mayoría de alta gama (BMW, Volkswagen Golf), aunque todos a nombre de terceras personas que utilizaban como "testaferros" para evitar que la detención de alguno de ellos pudiera aportar datos sobre la organización.