La Policía ha detenido a una banda de carteristas, compuesta por seis ciudadanos rumanos, que robaba en autobuses del centro de la capital o cercanos a centros hospitalarios y a la que se le imputa al menos 24 hechos hurtos en solo dos meses.
Los integrantes de la banda, que ya han pasado a disposición judicial, han cometido hechos similares en otros países de la Unión Europea como Italia, y uno de ellos cuenta con más de 25 antecedentes policiales, ha indicado la Jefatura Superior de Policía de Madrid en un comunicado.
La banda, que tenía una marcada estructura jerárquica, desarrollaba su actividad delictiva en líneas de autobuses con gran afluencia de viajeros, fundamentalmente las que circulan por el centro urbano o las que están próximas a los hospitales.
Sus principales víctimas eran personas de avanzada edad y aprovechaban el momento en el que bajaban de los autobuses para sustraerles sus pertenencias, normalmente carteras o monederos.
La investigación comenzó cuando los agentes tuvieron conocimiento de que se habían incrementado notablemente y en un periodo corto de tiempo los hurtos de carteras en las líneas de autobuses.
Los carteristas siempre seguían el mismo "modus operandi": se colocaban alrededor del afectado, le bloqueaban el paso y le aislaban del resto de viajeros para que nadie se percatara de la maniobra de sustracción.
Una vez cometido el hurto, los carteristas, que solo vivían de sustraer de estos hurtos, abandonaban inmediatamente el autobús y huían en direcciones opuestas y, en caso de ser sorprendidos, aprovechaban su corpulencia física para escapar.
