Botella: "Madrid está sucio como consecuencia de los actos vandálicos"

  • El Ayuntamiento denuncia que los piquetes impiden los servicios mínimos de limpieza
  • Sige la quema de vehículos y contenedores, mientras crece la basura en las calles

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha acusado hoy a los sindicatos convocantes de la huelga de limpieza en la ciudad de quemar contenedores y coches y de ensuciar la ciudad en "actos vandálicos" que ha pedido que finalicen de inmediato. "Los sindicatos deben respetar las condiciones de una huelga legal". "No deben hacer actos vandálicos y deben respetar los servicios mínimos y no deben destruir y quemar contenedores y coches particulares".

Ana Botella no tiene dudas de que "Madrid hoy está sucio como consecuencia de los actos vandálicos porque si los sindicatos hubieran mantenido las condiciones de la huelga hoy la ciudad no estaría como está".

En todo caso, ha insistido en que el Gobierno municipal respeta el derecho de huelga "como no podía ser de otra manera" y también "la autonomía de la negociación entre empresas y sindicatos", que, según ha revelado, estaban reunidos en ese momento.

Por otra parte, fuentes municipales han indicado que en los turnos de tarde y noche de ayer acudió a sus puestos el 98,8 % de la plantilla en servicios mínimos, fijados en un 40 % de lo habitual. Sin embargo, solo el 75,3% pudo permanecer en la calle "por la actuación de piquetes que entorpecieron el cumplimiento de los servicios mínimos", han añadido. Esa cifra global para el conjunto de la ciudad se vio reducida al 36,5% de servicios mínimos en los distritos de Centro, Chamberí y Tetuán para el turno de la tarde.

La huelga indefinida de jardinería y limpieza viaria, a la que están convocados 6.000 trabajadores, cumple hoy su segunda jornada.

Los sindicatos convocantes han asegurado que su objetivo es exigir la retirada de los expedientes de regulación de empleo (ERE) planteados por tres de las cuatro empresas adjudicatarias de estos servicios (OHL-Ascan, FCC Servicios Ciudadanos y Sacyr-Valoriza), que afectarían a un total de 1.134 empleados.

Según fuentes del sindicato UGT, con representación mayoritaria en la mesa del sector, esta segunda jornada de la huelga indefinida de la limpieza viaria y el mantenimiento de jardines en el Ayuntamiento de Madrid ha tenido un seguimiento "total" y próximo al 100%.

Los sindicatos UGT, CCOO y CGT, convocantes de la huelga han manifestado este miércoles su "más enérgica repulsa a los actos vandálicos" que en el marco de los paros "algunos individuos están desarrollando" en la ciudad. En un comunicado conjunto, aseguran que la quema de contenedores y vehículos es un "atentado directo" contra la ciudad y sus ciudadanos, "que lejos de apoyar al movimiento obrero lo deslegitima y lo perjudica".

Por otro lado, los sindicatos sostienen que el Ayuntamiento de Madrid y las empresas concesionarias son los "únicos culpables de esta situación" y que, lejos de "intentar solventar el problema que han creado", intentan "desviar la atención ciudadana sobre este tipo de actuaciones".

MADRILEÑOS Y TURISTAS INDIGNADOS

Bolsas de basura tiradas por las calles, hojas de propaganda esparcidas por el suelo, restos de comida... los ciudadanos que pasean estos días por Madrid encuentran a cada paso signos evidentes de la huelga indefinida de la limpieza viaria y el mantenimiento de jardines que comenzó ayer y que indigna a los vecinos.

Sus efectos se están notando especialmente en las calles más céntricas de Madrid, como los alrededores de la Puerta del Sol y el barrio de Lavapiés, donde hay montañas de desperdicios. Un vendedor ambulante que suele trabajar por la zona explica que ha tenido que despejar la basura de la acera para abrir un hueco a su mercancía.

En un bar próximo a la plaza de Tirso de Molina, una de las camareras ha salido a barrer por la mañana la entrada del establecimiento y parte de la calle y dice que piensa volver a hacerlo a lo largo del día porque el barrio "está fatal".

Unos metros más abajo, un mendigo aprovecha para recoger un trozo de pan tirado en el suelo, y en la plaza de Antón Martín el único barrendero que se ve es el de la estatua que preside el lugar.

"Estamos pagando nuestros impuestos, nos sentimos estafados", protesta un ciudadano, que cree que el Ayuntamiento debería remediar esta situación, ya que es "quien paga a las subcontratas", en referencia a las cuatro empresas adjudicatarias del servicio de limpieza. Tres de ellas (OHL-Ascan, FCC Servicios Ciudadanos y Sacyr-Valoriza) han presentado expedientes de regulación de empleo (ERE) que afectarían a un total de 1.134 trabajadores, lo que ha motivado la convocatoria de esta huelga por parte de los sindicatos UGT, CCOO y CGT.

Los madrileños entienden que los empleados de limpieza y jardinería demanden sus derechos, aunque muchos creen que una huelga no es una buena forma de reivindicarse porque "perjudica a todo el mundo".

Incluso los hay que sospechan que los propios trabajadores y los piquetes están contribuyendo a ensuciar más las calles de Madrid. "Hay basura fuera de las bolsas, lo han hecho aposta", opina una mujer.

"Tristeza", "decepción" y "vergüenza" son las palabras más repetidas por los madrileños, mientras que los visitantes extranjeros manifiestan su asombro ante la estampa que han encontrado a su llegada a la capital. "Ayer estábamos preguntándonos si Madrid está siempre así o si se debía a algo especial", dice un joven austríaco que está de visita junto con un grupo de compatriotas.

"Madrid es preciosa, ¿pero qué es eso?", se pregunta una turista ucraniana, mientras señala una montaña de desperdicios arrinconada en una de las fachadas que dan a la Puerta del Sol.

Su pareja tampoco oculta la sorpresa que le produce ver "tanta basura" en las calles del centro, sobre todo después de haber estado en otras ciudades españolas como Valencia y Granada, que han encontrado en "mejor" estado.

"Los turistas se van a llevar una imagen de Madrid pésima", lamenta una agente de la policía local, a la que se le han acercado extranjeros e incluso ciudadanos de la capital para enterarse por qué la calle de Preciados está "tan sucia".