Aguirre aboga por "renunciar a atajos" y "abrazar la ortodoxia" para reconstruir el sistema financiero

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha apostado por "renunciar a las tentaciones" y mantener la prudencia" tanto en tiempos de bonanza como en épocas de crisis, al mismo tiempo que se "abraza de nuevo la ortodoxia para sanear y reconstruir el sistema financiero sobre las bases de la transparencia, la solidez y la responsabilidad".Durante su intervención en el X Encuentro Financiero Internacional de Caja Madrid, la presidenta regional ha subrayado que, para superar la crisis, el principal reto pasa por "renunciar a los atajos de crédito artificialmente barato y abundante para promover el crecimiento y renunciar al espejismo de crecimientos espectaculares que siempre se compran al altísimo precio de la solvencia".

La presidenta ha ejemplificado su hipótesis con un símil deportivo: "Una economía puede suplir su falta de músculo con fuertes dosis de crédito barato pero si no se pone a entrenar su competitividad y desarrollar su musculatura financiera lo más probable es que se desplome en la carrera".

Aguirre ha insistido en que "la transparencia, la solidez y la responsabilidad" deben ser "los principios y valores de los mercados financieros y de la actividad bancaria". "Cuando los intermediarios financieros ignoran la enorme responsabilidad que tienen para con sus clientes y la sociedad y caen en la tentación de sacrificar la transparencia o la solvencia en aras de la cuenta de resultados, tarde o temprano reciben del mercado su castigo", ha afirmado.

"Lo mismo ocurre con las autoridades monetarias. Cuando sucumben a la tentación y prolongan artificialmente el auge económico con tipos de interés excesivamente bajos para contentar a los gobiernos o no actúan diligentemente ante el exceso de crédito, cuando no imponen los principios de la transparencia, o no ponen coto al déficit y endeudamiento públicos, las autoridades monetarias también reciben su castigo y recae principalmente sobre las espaldas de los ciudadanos, las familias y las empresas", ha añadido.

En opinión de Aguirre, si alguna enseñanza se puede extraer de la actual crisis internacional "es precisamente que los mercados, particularmente los financieros, están gobernados por leyes naturales tan insobornables como las de la Química o la Biología"."Quienes creen que las decisiones políticas pueden suspender o dejar sin efecto las leyes de la Economía no se dan cuenta de que cometen el mismo error que quienes quisieran abolir la Ley de la Gravedad. Quienes piensan así no quieren darse cuenta de que, en el fondo, lo que están diciendo es que la escasez puede abolirse por decreto o que vivimos en un mundo en el que la abundancia es ilimitada", ha afirmado.

Así, la presidenta ha subrayado que "ese mundo utópico de ilimitada abundancia y el crédito abundante no dependen de una decisión política o de las autoridades monetarias sino más bien del ahorro de la acumulación de capital y la asignación de los recursos financieros a las actividades más productivas y más competitivas". Esa es para ella "la principal misión de los mercados financieros".