Más de un millón de madrileños honran a sus difuntos en Madrid

Más de un millón de personas visitarán estos días los 22 cementerios madrileños para recordar a sus seres queridos con motivo del Día de Todos los Santos y el Día de Todos los Difuntos, que se celebran, respectivamente, el lunes y el martes.

El director de Servicios de la Empresa Mixta de Servicios Funerarios (EMSF), Gabino Abádanes, ha explicado a Europa Press que sólo los trece cementerios de titularidad municipal prevén sólo este puente la visita de un millón de personas.

Este año, debido a que la festividad cae en lunes, se espera que las visitas se espacien entre el sábado, el domingo y el propio lunes. Además, muchos madrileños aprovecharán el puente para viajar a otros lugares, por lo que auguran que adelantarán la visita a los camposantos o la retrasarán para el primer fin de semana de noviembre.

Abádanes ha indicado que la asistencia a los cementerios ya ha sido importante estos días y el fin de semana pasado, pero aumentará hasta el Día de Todos los Santos, con una máxima concentración entre las 10.30 y las 13 horas, aunque los cementerios que detenta la Funeraria Municipal estarán abiertos desde las 9 a las 19 horas.

Además, los cementerios más grandes, los de la Almudena y Carabanchel Sur, abrirán el domingo y el lunes entre las 7 y las 19 horas. Ante la previsión de posibles atascos a las entradas, la EMSF recomienda utilizar los autobuses municipales, que han reforzado su servicio.

Los cementerios más poblados estos días serán, como de costumbre, el de La Almudena, que cuenta con 120 hectáreas, y en el que se esperan medio millón de visitas. El histórico camposanto de La Almudena tiene 125 años, 280.000 unidades de enterramiento y bajo sus nichos descansan más de 4 millones de almas. Después se sitúa el Tanatorio Sur de Carabanchel, con 87 hectáreas. A gran distancia se sitúa el de Fuencarral, con 10 hectáreas de suelo dedicado a los nichos.

AUMENTO PAULATINO DE LAS CREMACIONES

Por otra parte, el director de Servicios de la EMSF ha asegurado que cada año se detecta un aumento paulatino del número de cremaciones. Así, en 2007 subieron un 1 por ciento, hasta situarse en algo más de 8.500 respecto al año precedente, mientras que en 2008 subió otro punto y en 2009 se ha situado en el 36 por ciento, hasta alcanzar casi las 9.200 incineraciones, del total de casi 27.000 fallecidos. El resto fueron inhumaciones.

Aunque el primer horno crematorio de la Funeraria se inauguró en marzo de 1975, fue a partir de 1985 cuando comenzó el auge de este tipo de servicios fúnebres. A nivel nacional, la cifra de incineraciones se sitúa en el 26 por ciento, un porcentaje que es muy superior en ciudades como Valencia o Sevilla.

De las incineraciones de los últimos años, un 52 por ciento de las cenizas de las personas fenecidas pasaron a manos de la familia, un 40 por ciento acabaron en nichos y columbarios de cementerios y el resto fueron custodiados por los camposantos.