Los militares fallecidos, de entre 25 y 44 años, tenían experiencia en misiones internacionales

Los cinco militares que este jueves fallecieron a causa de una explosión ocurrida en la Academia de Ingenieros de Hoyo de Manzanares (Madrid) tenían nacionalidad española, edades comprendidas entre los 25 y los 44 años y experiencia en misiones internacionales, ya que todos habían participado en al menos dos operaciones en el exterior, según fuentes del Ministerio de Defensa.

Sus identidades son las siguientes:

- Sergio Valdepeñas Martín Buitrago, sargento primero del Ejército de Tierra de la Brigada Acorazada XII de El Goloso, Madrid. Nacido en Madrid el 8 de enero de 1976. Casado y con una hija de dos años y medio. Participó en las misiones internacionales de Afganistán, Líbano, Bosnia y Kosovo. Vivía en Parla (Madrid) y contaba con 17 años de servicio en las Fuerzas Armadas donde, según el Ministerio de Defensa, "siempre desarrolló su trabajo de forma ejemplar e intachable". Fue merecedor de dos medallas de la OTAN en la Antigua Yogoslavia, Medalla OTAN de los Balcanes, OTAN de ISAF y de Naciones Unidas en Líbano, donde participó como componente del Equipo de desactivación de explosivos en 2009. Estaba en posesión de la Cruz al Mérito Militar con distintivo Blanco y del premio 'Español Incógnito', otorgado por la Armada por conducta intachable.

- Mario Hernández Mateo, sargento primero del Ejército de Tierra de la Brigada Acorazada XII de El Goloso, Madrid. Nacido en Madrid, el 10 de octubre de 1977, era soltero y no tenía hijos. Participó en las misiones de Kosovo, Yugoslavia, Bosnia y Afganistán, desempeñando en estos dos últimos lugares sus cometidos como especialista en desactivación de explosivos. Sirvió como soldado, cabo y sargento en el Regimiento de Ingenieros Número 1, en Burgos. Fue condecorado con la Cruz al Mérito Militar con Distintivo Blanco y, en el año escaso que estuvo en el Batallón de Zapadores de la Brigada XII, "dejó una impresión inmejorable entre sus compañeros con su forma siempre jovial de ver la vida", según Defensa, que añade que "siempre tenía una sonrisa en la cara y una palabra afable cuando se le necesitaba".

- Miguel Angel Díaz Ruiz, cabo del Ejército de Tierra destinado en la Brigada Acorazada XII de El Goloso, Madrid. Nacido en Salamanca el 12 de abril de 1985, era soltero y sin hijos. Participó en las operaciones de Líbano y Kosovo. Con 26 años tenía ya una amplia experiencia en el manejo de municiones y explosivos. Estaba en posesión de la Cruz al Mérito Militar con Distintivo Blanco y sus compañeros, según Defensa, le recuerdan como una persona "noble, siempre alegre y de buen humor".

- Víctor Manuel Zamora Letelier, sargento primero de Infanteria de Marina de la Armada en la Brigada de Infanteria de Marina en San Fernando, Cádiz. Nacido el 12 de octubre de 1966 en Chile y con nacionalidad española, era soltero y tenía un hijo. Estuvo en las misiones de Líbano y Bosnia. Según Defensa, era un militar de "reconocido prestigio entre sus mandos, compañeros y subordinados, había desarrollado la mayor parte de su vida militar en la Unidad de Operaciones Especiales de la Infantería de Marina. Era Diplomado en operaciones especiales, zapador y especialista en desactivación de explosivos.

- Javier Muñoz Gómez, cabo primero de Infanteria de Marina de la Armada en la Brigada de Infanteria de Marina en San Fernando, Cádiz. Nacido en San Fernando, Cádiz, el 28 de junio de 1974. Estaba casado y tenía una hija. Participó en las misiones de Bosnia, Líbano y Haití. Pertenecían al Grupo Especial de Desactivación de Explosivos (GEDE) y, según Defensa, era de "carácter afable y deportista, gozaba de gran respeto y contaba con el aprecio entre sus compañeros de la Compañía de Zapadores".

Además de estos cinco fallecidos, la deflagración ha provocado heridas a otros tres militares, los tres infantes de marina, de los que dos se encuentran en estado grave, en el Hospital militar Gómez Ulla. El tercero, con lesiones de carácter leve, fue trasladado al Hospital Puerta de Hierro.