La lluvia da una tregua para que salga Jesús de Medinaceli

La lluvia dió una tregua a las procesiones de Viernes Santo, que han reunido a miles de personas en Madrid, sobre todo las del Jesús de Medinaceli o el Cristo de los Alabarderos, de un total de once cofradías que han salido en procesión en la almendra central.

La del Cristo de los Alabarderos, a la que acudió la infanta Doña Elena, ha empezado a las 19.10 horas cuando la talla del Santísimo Cristo salía del Palacio Real por la puerta del Príncipe, a hombros de los miembros de la hermandad castrense y escoltada por la Guardia Real.

En la plaza de Oriente, miles de personas, entre fieles y turistas, esperaban la salida de este paso, una talla de Felipe Torre Villarejo de 2008 que muestra a Cristo en la cruz rodeado por cuatro faroles, cuyo recorrido ha continuado por la calle Bailén hacia la plaza Mayor para finalizar en la Catedral de las Fuerzas Armadas.

Casi a la misma hora, partía de la Basílica del Cristo de Medinaceli la procesión de Nuestro Padre Jesús Nazareno, posiblemente la más popular de Madrid.

Varios miles de ciudadanos, que llevaban horas esperando a lo largo de la carrera de San Jerónimo, han seguido con fervor el paso de la talla de Jesús Nazareno de Medinaceli, de un autor anónimo del siglo XVII.

Mujeres adornadas con mantillas negras y penitentes descalzos y encadenados, así como los cerca de 3.900 cofrades de esta hermandad, caminaban tras este paso, uno de los más venerados, ante el aplauso popular y bajo el sonido de los tambores, en un recorrido que ha continuado hacia la Puerta de Sol para luego regresar a la basílica.

También han salido la procesión del Cristo de Silencio, que partió de la Iglesia del Santísimo Cristo de la Fe, en la calle Atocha, integrada por las tallas de Nuestra Señora de los Dolores, realizada por Antonio Martínez Rodríguez en 2005, y la del Santísimo Cristo de la Fe, una talla de José Capuz, de 1945.

Asimismo, el paso de El Divino Cautivo, tallado por Mariano Benlliure en 1944, salía hacia las 19 horas desde la Iglesia de Santa Cruz, en la plaza del mismo nombre, desde donde también partían, en intervalos de media hora, los pasos de María Santísima de los Siete Dolores y el Cristo de la Vida Eterna.

Ayer, Jueves Santo, la persistente lluvia que cayó en Madrid impidió salir, por segundo año consecutivo, a la procesión de Jesús del Gran Poder, y retrasó la salida de las de Jesús "El Pobre" y del Divino Cautivo, cuyos recorridos se vieron acortados.