El Ayuntamiento de Madrid va a desplazar desde este viernes uno de sus radares al punto kilométrico 6,700 de la M-30, a la altura del Parque de la Fuente del Berro, en sentido sur.
El Gobierno municipal ha informado hoy de que el objetivo es contribuir a que los conductores respeten los límites de velocidad establecidos, sobre todo, en aquellos puntos con mayor accidentalidad. "El exceso de velocidad está detrás de gran cantidad de accidentes" y "los radares ayudan a evitarlos al controlar qué vehículos circulan excediendo los límites establecidos, poniendo en riesgo no solo su seguridad sino también la del resto de conductores", ha indicado el Ayuntamiento en un comunicado.
Actualmente hay 16 radares en 11 puntos de los túneles de la M-30 y siete en otras cinco localizaciones en superficie. Son dispositivos digitales que incorporan las últimas tecnologías de detección de velocidad y de visión artificial no deslumbrante para la captación de matrículas.
Las fotografías de los vehículos que superan los límites de velocidad establecidos se transmiten por una red de fibra óptica al Centro de Control, en el que, tras analizar los datos obtenidos por los radares, se determina el alcance de la infracción y se gestiona la comunicación de la sanción a los infractores.
Dice el consistorio que la existencia de estos radares está perfectamente señalizada para que todos los conductores que circulen por la M-30 la conozcan y sepan que la velocidad de circulación está siendo controlada.
