Los "indignados" de Sol preparan el fin de la acampada tras cuatro semanas de protesta

El movimiento de protesta que permanece acampado en la Puerta de Sol tras la manifestación del pasado 15 de mayo convocada por 'Democracia Real Ya' ultima sus últimas horas en el kilómetro cero después de cuatro semanas instalado con tiendas de campaña en la céntrica plaza madrileña.

Así lo acordaron los acampados en la asamblea general la noche del pasado martes 7 de junio, después de días planteando qué hacer y poniendo fin así al dilema de cómo continuar el movimiento, sabiendo que la estancia en Sol no iba a ser indefinida y que desmantelar la acampada no iba dar por acabado las reivindicaciones.

Después de la descentralización de Sol en los barrios y en los municipios de la región con la celebración de asambleas locales y tras recibir en la plaza a representantes de las protestas surgidas en todo el país, la asamblea ha decidido poner fin a su estancia permanente en el corazón de la capital.

Sin embargo, según se pudo comprobar en la misma asamblea del martes, la salida no es una decisión compartida por la totalidad de los acampados, por lo que no se descarta que una parte de los 'indignados' prosiga con su estancia en Sol a partir del domingo "a título individual".

Hasta este domingo, los acampados han trabajado en cómo estructurar la protesta desde Sol. La propuesta de la Comisión de Legalidad era la instalación de un "punto de enlace" en la plaza para informar a la ciudadanía de la evolución del movimiento, así como fijar un "calendario de movilizaciones" hasta el domingo.

DESALOJO ENTENDIDO COMO "TRANSFORMACIÓN"

Por el momento, estas movilizaciones se han traducido en dos concentraciones nocturnas frente al Congreso de los Diputados, así como la convocatoria de protestas con motivo de la toma de posesión de los ediles elegidos en las elecciones municipales del pasado 22 de mayo.

No obstante, el fin de la acampada no es entendido como el fin de las protestas, sino como una "transformación" de la reivindicación ciudadana, por lo que la supervivencia de la acampada no tiene que estar necesariamente vinculada a la continuidad de los grupos de trabajo formados para la recogida y elaboración de propuestas.

Asimismo, el movimiento de los barrios volverá a reunirse en Sol el mismo día en que se inicie el desalojo. Será a las 19 horas, y para no coincidir con esta cita, los acampados han decidido comenzar su desalojo a las 12 horas, que han bautizado como 'fiesta de la reconstrucción'.

Para ello, reclaman la ayuda de "todas las manos posibles", con el objetivo de dejar el emplazamiento "más limpio y recogido de lo que estaba", y para empezar la construcción de un "nuevo espacio".

INICIO Y FIN DE LA PROTESTA

El panorama en la Puerta del Sol ha cambiado sustancialmente desde el inicio de la acampada, germen de un modo de protesta extendido a numerosas ciudades españolas y que llegó a cruzar fronteras al expandirse a otros países.

El centenar de 'indignados' que fueron desalojados por la Policía en la madrugada del martes, 17 de junio, tras decidir continuar por su cuenta la manifestación de protesta convocada por Democracia Real Ya el 15 de mayo, fue apoyado por miles de ciudadanos que se congregaron por la tarde noche en Sol.

A partir de ahí, la acampada derivó en un movimiento asambleario organizado en distintas comisiones que se encargaban del funcionamiento del campamento y de la propuesta, y sustentado por los grupos de trabajo abiertos, encargados de la elaboración de propuestas que dieran contenido concreto a la protesta.

En cuanto a la forma, el movimiento 'aseó' la estética del campamento con la retirada de los carteles y consignas reivindicativas, que hicieron de Sol un mural vivo de la protesta, a raíz de las quejas de los comerciantes de la Plaza, que han pedido reiteradamente a través de las organizaciones empresariales el fin de la acampada.

Aunque los principales carteles se mantienen, los 'indignados' se comprometieron a retirar los mensajes en los comercios pequeños. Durante toda la acampada, los empresarios de la zona han manifestado su disconformidad con la continuidad de una propuesta que les ha supuesto la pérdida de 30 millones de euros, según ha denunciado la Confederación de Comercio de Madrid (COCEM).

Esta entidad presentó esta misma semana un escrito ante el Ministerio de Interior reclamando al Gobierno "responsabilidad patrimonial" por las pérdidas sufridas. De hecho, el propio presidente de la patronal madrileña, Arturo Fernández, ha considerado insuficiente esta cantidad para paliar las pérdidas, pues ha asegurado que algunos comercios han visto disminuidas sus ventas en más de un 60 por ciento.

Por su parte, el Gobierno de la Comunidad de Madrid, cuya sede central se encuentra en la misma Puerta del Sol, ha reiterado en numerosas ocasiones que el Ministerio de Interior tenía que desalojar a los acampados, puesto que estaban allí de forma ilegal y atentaba contra los derechos de los ciudadanos y de los comerciantes.

CON EL 19-J EN EL HORIZONTE

Las sucesivas movilizaciones y encuentros asamblearios marcarán la continuidad y el futuro de la protesta. Aparte de la posible presencia de acampados más allá del domingo, las asambleas de los barrios y pueblos asumirán el protagonismo que deja Sol.

En el horizonte, una nueva cita tratará de canalizar las protestas en otra acción ciudadana masiva: la manifestación del próximo 19 de junio. Los convocantes el 15M, Democracia Real Ya, anuncian la manifestación en su web.

Esta marcha se plantea de un modo distinto a la que inició todo, ya que desde asambleas de barrio se han convocado diferentes marchas que se dirigirán hacia el centro de Madrid para encontrarse en el Congreso de los Diputados.